A pesar de que la plaga de la avispilla del castaño se halla muy extendida en Valdeorras, la cosecha se librará gracias a la climatología; las lluvias de los últimos meses han fortalecido al árbol frente a los ataques de la especie invasora.Aún así, las cifras de la recolección en esta campaña se verán reducidas de una manera sustancial.
La avispilla del castaño es una especie invasora de origen asiático que ya ha afectado previamente otras zonas, como Italia. Según Fran Barredo, gerente de Castañas Barredo, la plaga está muy avanzada en Valdeorras, donde existe una gran afectación. Sin embargo, la abundancia de lluvias este año ha propiciado que el castaño se defienda mejor ante el insecto. Si no hubiesen existido precipitaciones, el árbol tendría mucho estrés hídrico y "estaría más débil ante el ataque de la plaga", afirma Barredo.
La resistencia del castaño ante el envite de la especie hará que el descenso de la producción no sea tan acusado como para que sea inferior a una producción mínima. Sobre la calidad de la castaña, Barredo dice que "no podemos hablar de calidades porque de momento es muy temprano para saberlo". No será hasta que se recojan los erizos y se abran, allá por otoño, cuando se comprueben sus características.
Aún presentándose negativo el escenario, desde la Indicación Xeográfica Protexida Castaña de Galicia comentan que las zonas de más afectación están siendo las más altas de la provincia. Valdeorras está dentro de las áreas en las que, por lo menos aparentemente, la plaga tiene menor incidencia. Aún así insisten en que es pronto aún para concretar datos. Este año "viene todo retrasado" por el clima, como comentó el secretario del Consello Regulador de la IXP, Manuel López.
La Xunta está llevando a cabo sueltas del depredador natural de la avispilla, el "torymus sinensis", para combatir la plaga de esta especie. La lucha biológica mediante sueltas de "torymus" dio buenos frutos en Italia y Francia.
