El puente de la Constitución es tiempo de matanzas y, aunque estas vayan a menos, siempre supone un aliciente para visitar la feria de Viloira (O Barco de Valdeorras). Ayer, numerosos barquenses se desplazaron hasta este núcleo para realizar alguna que otra compra o, simplemente, para degustar un rabo de pulpo.
Quizá, podría haber sido más concurrida, pero las condiciones meteorológicas no acompañaron. Las visitas al puesto de venta de paraguas presagiaron la pertinaz lluvia que cayó durante la mañana, para no cesar durante la práctica totalidad de la jornada. Pese a ello, no faltaron clientes.
A la cita acudieron los vendedores habituales, aproximadamente 120, que llegaron desde distintos puntos de Galicia. Fue posible ver a los vendedores de prendas de vestir, de quesos, embutidos, pan y varios de bacalao, sin olvidar los caldeiros del pulpo e incluso a los voluntarios de la protectora Patrulla Felina, quienes también soportaron el mal tiempo para recaudar fondos con la venta de libros y otros objetos.
