animales

Medio Ambiente investiga el paso de un oso por Casaio

Huellas de oso pardo atribuidas a un plantígrado que se paseó por Mormiau (Casaio).
photo_camera Huellas de oso pardo atribuidas a un plantígrado que se paseó por Mormiau (Casaio).
Los vecinos remitieron varias fotografías con huellas tomadas en el paraje pizarrero de Mormiau

La posibilidad de que un oso se pasease el miércoles último por la zona de Mormiau, en Carballeda de Valdeorras, cogió por sorpresa a los vecinos de Casaio. Entre ellos circulan varias fotografías de huellas de un plantígrado de cierta envergadura, las mismas que fueron enviadas a la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda para que investigue su posible presencia.

Fuentes vecinales aseguraron que las instantáneas fueron tomadas en la mañana del miércoles por trabajadores del sector de la pizarra, lo cual invita a pensar en el paso del animal durante las horas nocturnas. El hallazgo fue informado a la Mancomunidade de Montes Casaio e Lardeira, que inmediatamente lo comunicó a Medio Ambiente, donde anunciaron su intención de ponerlo en conocimiento del Seprona, de la Guardia Civil.

Desde la Sociedad Galega de Historia Natural (SGHN) confirmaron que las huellas que aparecen en las fotografías se corresponden con las de un oso. "A pegada é a dun oso", afirmó su presidente, Serafín González Prieto. Explicó que estos animales están en expansión, habiendo sido vistos ejemplares en el Courel y los Ancares. "Están a entrar exemplares ocasionalmente", procedentes de Asturias.

También hay quien desconfía de la veracidad de las fotos, y es que en Valdeorras, apenas se dieron casos de avistamientos de osos... hasta el pasado invierno, cuando fueron vistas sus huellas entre las aldea de Santigoso (O Barco) y Correxais (Vilamartín), en el paraje donde fueron instalados los repetidores de televisión. Este hallazgo fue mantenido en silencio para evitar la acción de cazadores furtivos, según dijo el investigador del Instituto de Estudios Valdeorreses (IEV), José Fernández Pérez. 

Hace años hubo otros avistamientos. Colmenares del Mazo (Vilamartín) y de Rubiá sufrieron los ataques del goloso animal. Sin ir más lejos, en marzo, varios colectivos (SGHN, URZ, A Morteira, Adega, Ecologistas en Acción de León, Tyto Alba y las plataformas Filón Verde y de Defensa de la Cordillera Cantábrica) criticaron ciertos trabajos forestales realizados en el parque natural de Sierra de Enciña da Lastra (Rubiá), que consideran "zona límite para la distribución para la población occidental de oso pardo".


Especie en expansión con 380 ejemplares


La población del oso pardo está formada por aproximadamente 380 ejemplares, que están repartidos entre la Cordillera Cantábrica y los Pirineos. La primera de estas dos áreas está dividida en dos subzonas: occidental (280) y oriental (50), según los datos que maneja la Fundación Oso Pardo. Sin embargo, esta especie está en fase de expansión, según confirman los entendidos. De tal forma que ya fueron vistos ejemplares en los parajes del Montouto, monte del Courel lucense, ubicado en el límite con el municipio de Vilamartín de Valdeorras.

También en los parajes de Zamora y León fueron vistos osos pardos. El pasado mes de abril salía a la luz avistamientos de estos animales en los montes de Sanabria-Carballeda y norte de Portugal, pero también en la vertiente zamorana de la Sierra de Cabrera, más cercana a los montes de Casaio.

Según informaba el diario zamorano La Opinión, un equipo de investigadores dedicó varios meses a documentar la presencia de osos pardos en los montes de Zamora y Portugal. Fruto de esta labor llegaron a la conclusión de que el animal está asentado en lugares donde no existía constancia de su presencia desde hace un siglo. También localizaron uno de estos animales en el límite con Ourense.

Te puede interesar