Jesús Fernández González ya es obispo de la diócesis de Astorga. Tomó posesión ayer, en un acto en el que tuvo palabras de recuerdo para sus predecesores, ambos fallecidos en apenas año y medio, Juan Antonio Menéndez y Camilo Lorenzo."A ellos se dirige ahora mi recuerdo", dijo en la homilía. También tuvo palabras para el administrador diocesano, José Luis Castro, quien estuvo al frente de la diócesis desde el fallecimiento de Juan Antonio Menéndez.
No faltó un saludo a todos los asistentes, "a los que habéis venido desde las distintas comarcas y provincias de la diócesis de Astorga, incluida la de Ourense. Estou moi feliz de seguir sendo bispo nunha parte de Galicia. Agradezo profundamente a presenza e oración de todos os que viñeron desa parte da diócese", dijo en gallego, antes de aludir a los llegados de la Archidiócesis de Santiago, de la diócesis de León y de otros lugares.
La pandemia estuvo muy presente en los actos. Obligó a fijar distancias entre los asistentes, que abandonaron por turnos la catedral. También la homilía del obispo aludió a ella. Después de referir varios nombres propios, indicó que estos, "corresponden a los miles y miles de fallecidos a causa del covid-19, algunos de los que murieron sin la soñada cercanía de sus seres queridos, eso sí, sintiendo la ternura y a la vez impotencia de los servicios sanitarios por mantenerlos con vida". Continuó, apuntando que "ahí están también los nombres de sus familiares y amigos, balanceándose entre la desesperación y la confianza. Asimismo, podemos ver en la lista los nombres de los ancianos de tantas y tantas residencias, sometidos a un doble confinamiento, los enfermos, los parados, los abandonados, las víctimas de la trata y de los abusos, los emigrantes y refugiados. En definitiva, los pobres". Tras estas palabras, anunció su lema episcopal: "Evangelizar a los pobres".
Todo comenzó a las 10,30 horas. A esa hora, Jesús Fernández abandonó el seminario con dirección a la catedral, acompañado por el nuncio, Bernardito Auza, el administrador diocesano, José Luis Cstro, el arzobispo metropolitano, Jesús Sanz, y el arzobispo de Santiago, Julián Barrio. Ya en el templo, el obispo visitó la tumbra de sus predecesores, recibiendo antes de comenzar la celebración el anillo pastoral. Durante la ceremonia, un miembro del Cabildo, dos presbíteros del clero diocesano, dos religiosos, dos seminaristas, otros tantos jóvenes y una familia se acercaron al obispo para manifestarle obediencia y respeto.
Un obispo que fue cura de la Cultural y Deportiva Leonesa
El obispo de la diócesis de Astorga, a la que pertenecen los concellos del oriente provincial, nació en Selga de Ordás (León), en 1955. Jesús Fernández fue ordenado sacerdote en 1980 por el obispo de León, Fernando Sebastián Aguilar. Ya en 2013, el papa Francisco lo designaba para ejercer de obispo auxiliar de Santiago de Compostela, recibiendo la consagración episcopal en 2014, de manos de Julián Barrio, arzobispo de Santiago, en el escenario de la catedral compostelana. Fue nombrado obispo de Astorga por el papa Francisco el pasado 8 de junio y entre sus aficiones está el fútbol. Siendo sacerdote, jugó en el Atlético San Francisco, cuando este club competía en la categoría de Regional Preferente. Además, fue cura de la Cultural y Deportiva Leonesa.
