Supera la media gallega y provincial en la generación de empleo

La pizarra provoca la caída del índice del paro

Rachón lista para ser transportado
La recuperación del empleo en el oriente provincial comenzó de manera mucho más intensa que en la provincia y en Galicia.
En los 14 concellos que abarca esta zona, el mes de abril finalizó con un descenso de 71 parados, que supone un 2,37 por ciento menos que en marzo. En los demás municipios ourensanos y gallegos este dato también descendió, aunque con unos índices significativamente inferiores, pues se situaron en un 1,8 y 1,07 por ciento, respectivamente. Estos datos los facilitó el sindicato CC.OO., cuyo secretario comarcal, Luis Alba, resaltó que la contratación de trabajadores vuelve paulatinamente al sector de la pizarra.

El sindicalista resaltó el importante descenso del paro que registró el sector industrial, con 39 desempleados menos que en marzo y con una disminución del 5,1% respecto al mes anterior. Mientras, el resto de la provincia aún aguarda por el inicio de la recuperación del empleo en la industria, pues abril se cerraba con 23 nuevos parados. Otra actividad a tener en cuenta en los datos de paro es la construcción, que también comenzó a recuperar empleo. En el oriente ourensano el total de desempleados descendió un 3,5%, inferior al 4,26 de la provincia, pero muy por encima del 2,78 autonómico.

El estudio de la central sindical abarca los concellos de O Barco, O Bolo, Carballeda, A Gudiña, Larouco, Manzaneda, A Mezquita, Petín, A Rúa, Rubiá, A Veiga, Viana, Vilamartín y Vilariño de Conso. Entre todos suman 2.922 trabajadores en paro, que suponen un 11,07 por ciento de los 26.404 desempleados ourensanos.


EMPRESARIOS

El presidente de la Asociación Empresarial de Valdeorras (Aeva), Javier Rodríguez, confirmó que en la comarca se aprecia 'una mínima recuperación'. Pese a ello, la brisa que sopla a favor del empleo en la pizarra aún no alcanzó al sector de la construcción, al que pertenece. 'Sigue parado', dijo el portavoz de la patronal, quien encuentra una lógica en la paralización que afecta a un buen número de obras. 'Según se vaya recuperando la pizarra, la construcción irá detrás. Vivimos de los pizarristas y cuando su poder adquisitivo se recobre volverán a venderse pisos', afirmó.

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