El cruce de la carretera N-536, que conduce a O Barco, y la de Casaio (la OU-122), también conocido como o cruce de Sobradelo, fue superado fácilmente ayer por los todo terrenos y furgonetas que transportan a los trabajadores de las canteras de pizarra de Casaio y La Baña (León).
El piquete informativo, que a las 6.00 h, formó una treintena de sindicalistas de la CIG y CC.OO., procedentes de distintos sectores (pizarra, sanidad y educación, entre otros) no logró detener a los vehículos de las empresas. A los 75 minutos, ante el fracaso de la intentona de parar al sector, el grupo regresó hasta O Barco. Antes de salir, descartaban cualquier intento de convencer a los empresarios de esta villa de que cerrasen sus negocios. Se a totalidade do principal sector de Valdeorras traballa, como imos parar O Barco? De iso nada!, exclamó un sindicalista.
El piquete informativo no estuvo solo. La Guardia Civil realizó un amplio despliegue en el lugar, movilizando a casi medio centenar de agentes, que defendieron la libertad a trabajar. Los lances se resolvieron sin incidentes, pues sindicalistas y guardias zanjaron el encuentro con algún que otro rifirrafe verbal, principalmente cuando los trabajadores se acercaron a los vehículos intentando convencer a sus ocupantes de que se sumasen a la huelga. Les estamos diciendo que queremos hablar con ellos, se quejó el representante de un sindicato al ser invitado a retirarse por un agente, que contestaba apuntando que la Ley dice que si no llevan reflectantes les pueden multar.
Al final, entre gritos de esquiroles, silbidos y críticas contra UGT por no acudir, el piquete regresó a O Barco, donde a las 13.00 h recorrían las calles del centro de la villa en una manifestación a la que se sumó UGT y que se desarrolló sin ningún incidente. A su paso, algún establecimiento bajó sus persianas, volviéndolas a subir cuando los manifestantes se alejaron.
Antes de que se formase el piquete de Sobradelo, fueron quemados siete contenedores de la basura y un transformador eléctrico. Ocurrió en el centro de la villa y momentos después los agentes de la Guardia Civil identificaron a cuatro ocupantes de un vehículo en el que transportaban gasolina y pastillas para encender calefacciones. En todo caso, no se practicaron detenciones.
El piquete informativo no estuvo solo. La Guardia Civil realizó un amplio despliegue en el lugar, movilizando a casi medio centenar de agentes, que defendieron la libertad a trabajar. Los lances se resolvieron sin incidentes, pues sindicalistas y guardias zanjaron el encuentro con algún que otro rifirrafe verbal, principalmente cuando los trabajadores se acercaron a los vehículos intentando convencer a sus ocupantes de que se sumasen a la huelga. Les estamos diciendo que queremos hablar con ellos, se quejó el representante de un sindicato al ser invitado a retirarse por un agente, que contestaba apuntando que la Ley dice que si no llevan reflectantes les pueden multar.
Al final, entre gritos de esquiroles, silbidos y críticas contra UGT por no acudir, el piquete regresó a O Barco, donde a las 13.00 h recorrían las calles del centro de la villa en una manifestación a la que se sumó UGT y que se desarrolló sin ningún incidente. A su paso, algún establecimiento bajó sus persianas, volviéndolas a subir cuando los manifestantes se alejaron.
Antes de que se formase el piquete de Sobradelo, fueron quemados siete contenedores de la basura y un transformador eléctrico. Ocurrió en el centro de la villa y momentos después los agentes de la Guardia Civil identificaron a cuatro ocupantes de un vehículo en el que transportaban gasolina y pastillas para encender calefacciones. En todo caso, no se practicaron detenciones.
