La protectora de animales de Valdeorras acusa la subida de precios

Uno de los perros atendidos por Peludines Callejeros.
photo_camera Uno de los perros atendidos por Peludines Callejeros.
Las donaciones de pienso ya no cubren las necesidades de Peludines

La subida de precios registrada en los últimos meses pone en serios apuros a protectoras de animales como la barquense Peludines Callejeros Valdeorras. Prácticamente desde su creación, allá por el año 2014, nunca se vio obligada a adquirir alimentos. Ahora, sus miembros se ven obligados a comprarlos debido a la caída de las donaciones. “Últimamente compramos pienso, cuando antes no lo teníamos que hacer”, comentó uno de los promotores de la asociación, Jorge Yáñez.

Yáñez aseguró que “la subida de precios se notó en las donaciones de pienso”. Hace algunas semanas, los voluntarios de Peludines solían acudir cada 15 días a cierto establecimiento comercial para retirar los productos que sus clientes habían depositado en un cajón que la empresa colocó para las donaciones de alimentos para perros, pues en ese tiempo los compradores ya lo habían completado. En la actualidad, esta recogida debe realizarse dejando discurrir bastantes más días.

Cuando hace algunos meses, un saco de pienso de 20 kilos y marca blanca costaba unos 11 euros, en estos momentos su precio prácticamente se duplicó, un encarecimiento que influyó negativamente en los donativos que venían realizando las personas que colaboran con la protectora. “La gente anda apretada”, expuso el portavoz de Peludines.

La caída de las donaciones fue acompañada por la brusca disminución de las adopciones. En estos momentos, la protectora atiende 11 animales, que completan la capacidad de sus celdas, y tiene dados en adopción otros dos. Yáñez atribuye que no salgan adoptados más perros a que los que cuidan ya son mayores y alguno está enfermo. Estos dos factores vuelven más difícil su traslado a algún domicilio que si fuesen cachorros.

En Peludines Callejeros también apuntan el interés que muestran las familias propietarias de mascotas por encontrar un lugar donde dejarlas durante las vacaciones. Algunas se dirigen a la protectora para consultar si puede ocuparse de sus canes, una posibilidad que siempre es descartada por la asociación, donde tienen prioridad los animales que son recogidos de las calles. A este respecto, aquí afirman desconocer “si acaban en la calle” esos animales.

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