Qué visitar en Larouco, el pueblo mágico de Valdeorras

Calle de Seadur. Foto: J.C.
photo_camera Calle de Seadur. Foto: J.C.
Vino, historia y paisaje se dan la mano en esta escapada ideal de Semana Santa

Uno de los mayores tesoros de Valdeorras se encuentra escondido, lejos de las principales vías de comunicación de la comarca. Es por ello que no le queda de paso a muchos viajeros. Pero, atravesado por el antiguo trazado de la Nacional 120 (hoy OU-636), Larouco alberga un importante legado histórico que se remonta a antes de la llegada de los romanos, así como unos paisajes incomparables.

Antes lugar de parada obligada en los trayectos de la comarca a Ourense; hoy, un tranquilo concello de 427 habitantes. Su cultura vitivinícola es parte de su esencia. Todo ello le valió ser incorporado a la red de Pueblos Mágicos de España, a la que solo pertenecen otros cinco concellos gallegos: Cambados, Combarro, O Irixo, Portomarín y Ribadavia, además de otro valdeorrés, A Veiga.

Iglesia de Larouco

La iglesia parroquial de Larouco destaca por su sobriedad decorativa, pero también por su historia. Data del año 1793, tal y como muestra una inscripción. De planta de cruz latina, solo la fachada barroca y el reloj que en ella se encuentra rompen la mesura de sus ornamentos. 

Iglesia parroquial de Santa María de Larouco. (J.C.)
Iglesia parroquial de Santa María de Larouco. (J.C.)
Inscripción en la iglesia: "Haec est domus mea, ano de 1793" (Aquí está mi casa, año de 1793) Foto: J.C.
Inscripción en la iglesia: "Haec est domus mea, ano de 1793" (Aquí está mi casa, año de 1793) Foto: J.C.

Seadur

La parroquia de Seadur, una de las cuatro que forman el Concello, es especialmente conocida por su Ruta das Covas. Y es que el pueblo tiene un buen número de estas bodegas subterráneas, en las que el vino fermenta, se almacena y sobre todo, se comparte.

Mapa de las Covas de Seadur. Foto: J.C.
Mosaico de las Covas de Seadur. Foto: J.C.

En la Ruta das Covas de Seadur, los "coveiros" abren sus bodegas a los visitantes. Comprando una taza en la entrada del pueblo pueden tomar cuanto vino quieran... hasta que se acabe. Suelen organizarse alrededor de la Semana Santa, aunque lleva sin celebrarse desde 2019 debido a la pandemia, y congregan a muchos festeiros de la comarca. De todos modos, las calles de Seadur también rezuman belleza cuando están tranquilas, y son una bonita muestra de la arquitectura popular gallega.

Además de las Covas, en Seadur se encuentra la iglesia de Santa Mariña, de origen románico. En la actualidad presenta características barrocas.

Viñedos

Algo de lo que puede presumir Larouco es de tener un excelente suelo para el cultivo de la vid. La tradición vitivinícola en la villa se remonta a los romanos; tomar una copa en Larouco es casi obligatorio.

Hace milenios que ya se hacía vino en lagares rupestres como los que se pueden encontrar en las proximidades de la localidad. Otro de los lugares señalados de la cultura del vino es la bodega cooperativa Santa María de los Remedios, que comenzó su andadura en 1963 y que en tiempos fue de las más importantes de la comarca, junto a las de O Barco y A Rúa.

Lagar en Larouco, con viñas a sus pies. Foto: I.C.
Lagar en Larouco, con viñas a sus pies. Foto: I.C.

Codos de Larouco y Via Nova

Uno de los activos que permitió que Larouco sea un "pueblo mágico" son sus paisajes sin parangón. Cuando las vistas se dan la mano con la historia, multiplican la belleza. Es lo que sucede con el valle del río Bibei y sus escarpadas laderas horadadas por el caudal de los arroyos.

Este paraje era atravesado por la Via Nova, una vía romana que comunicaba Astorga (Asturica Augusta) con Braga, en Portugal (Bracara Augusta). Los romanos dejaron un legado de ingeniería civil espectacular, los llamados Codos de Larouco. Se trata de un tramo de unos seis kilómetros desde el alto da Ermida hasta el río Bibei. La vía, que sirvió de base a la carretera N-120 (actual OU-636), desciende pegándose a las vaguadas exhibiendo la maestría romana para construir estas infraestructuras.

La OU-636 sigue casi en su totalidad el trazado de la Via Nova. (J.C.)
La OU-636 sigue casi en su totalidad el trazado de la Via Nova. Foto: J.C.

Un puente romano de 75 metros de longitud une las comarcas de Trives y Valdeorras, sobre el río Bibei; una imponente construcción que desde que se erigió nunca perdió su utilidad. En uno de sus estribos hay un pequeño espacio en el que se exhiben la columna fundacional del puente, así como un miliario. No es el único vestigio romano de la zona, que vivió una intensa actividad por aquel entonces.

Puente del Bibei.
Puente del Bibei.
Columna conmemorativa y miliario romano. Foto: Álvaro Pérez Vilariño (CC BY-SA 2.0)
Columna conmemorativa y miliario romano. Foto: Álvaro Pérez Vilariño (CC BY-SA 2.0)

Yacimiento de O Castrillón

Siguiendo con la historia, otro sitio que vale la pena visitar en Larouco es el yacimiento de O Castrillón. En este enclave se situaba un poblado fortificado de la Segunda Edad de Hierro, que fue abandonado coincidiendo con la romanización. Se estima que su antigüedad podría superar los 2.000 años. En el lugar también se encontraron cerámicas, carbones, restos votivos y restos de cepas que podrían ser de variedad prefilosérica.

Yacimiento de O Castrillón.
Yacimiento de O Castrillón.

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