O Barco extiende 350 toneladas de piedra antes de esparcir la arena

Las riadas obligan a rellenar la playa fluvial

Una brigada de trabajadores extiende la piedra de zahorra en la playa fluvial de O Barco.
Las últimas crecidas del río Sil causaron estragos en la playa fluvial de O Barco. La corriente escarbó en la orilla, arrastrando toda la tierra y los materiales menos pesados. Cuando los técnicos del Concello visitaron el lugar para acondicionarlo pensando en la temporada de baño únicamente encontraron piedras.
Para devolver el piso de la playa fluvial a su nivel habitual, el Concello esparció 350 toneladas de piedra de zahorra. Estos trabajos finalizaban ayer, quedando para después de las fiestas de Santa Rita el extendido de la capa de arena que todos los años es transportada desde Valladolid. "As riadas levaron a area e a base de terra prensada. Ata agora, nunca houbo que botar zahorra", comentó el concejal de Obras, Parques e Xardíns, Miguel Neira Ojea, quien calculó su coste en 9.000 euros.

A su vez, la Consellería de Educación e Sanidade, que dirige Aurentino Alonso Araujo, ultima los trámites de la temporada de baño, que se desarrollará entre el 1 de junio y el 30 de septiembre. La playa fluvial de O Barco está reflejada en el censo del Ministerio de Sanidad y Política Social y los técnicos de la Consellería de Sanidade la visitarán en los próximos días para realizar los controles sanitarios.

El alcalde de O Barco, Alfredo García Rodríguez, resaltó los daños de las riadas en las orillas, que le llevaron a solicitar la ayuda de la empresa Proyecon y de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil.

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