El sector de la castaña de Valdeorras busca renovar los sotos quemados

Ejemplares de castaños destruidos y dañados por el fuego de julio de 2022 en O Barco.
photo_camera Ejemplares de castaños destruidos y dañados por el fuego de julio de 2022 en O Barco.
Los empresarios plantean el aprovechamiento de las ayudas para plantar variedades de calidad

La plantación de nuevos de castaños siguiendo los criterios de calidad del fruto es una necesidad. Así lo afirman los empresarios del sector, quienes consideran que el incendio que arrasó más de 10.000 hectáreas de los montes de Carballeda de Valdeorras, Rubiá y O Barco debería ser aprovechado para que los productores replanten con modelos profesionales. Pretenden que el agricultor pueda vivir de la venta del fruto o, en su caso, que sea un complemento para la pensión. En el sector recuerdan que, actualmente, la gran mayoría de los productores de la comarca limitan los trabajos a la poda y la recolección, sin apenas más cuidados.

“Sacaron ayudas para plantación de castaños. Es un buen momento para poner variedades de calidad, pues las castañas deben ser buenas”, explicó el empresario valdeorrés y presidente de la Red Estatal del Castaño, Juan Fernández. Es precisamente esta falta de calidad del fruto la que tira de los precios hacia abajo, lejos del precio de 2 euros por kilo que pueden alcanzar las mejores variedades.

Otro industrial valdeorrés, Francisco Barredo, indicó que los castaños que crecen en un buen número de sotos son centenarios y no son abonados ni regados. “Hay una falta de cuidado profesional y el fruto no es de la mejor calidad. Hay que cambiar el modelo de plantación”, expuso.

Para conocer el porcentaje de castaños que dañó el fuego del verano pasado habrá que esperar a la próxima cosecha, siendo muy difícil su cuantificación al coincidir en una misma finca árboles destrozados del todo con otros dañados parcialmente y otros que se libraron de las llamas. En todo caso, en el sector no descartan que pueda haber quedado destruido el 10 % del total de ejemplares.

Ayudas

En marzo, la Consellería do Medio Rural cuantificó en 50 las hectáreas de castaños afectadas. En ese momento, el departamento que dirige José González expuso que, en 2022, un total de 180 productores accedieron a ayudas por más de 830.000 euros aprobadas después de los fuegos, anunciando también otra partida de 500.000 euros para recuperar los sotos y mejorar las pistas.

Recuperar los sotos dañados por los incendios no es el único problema que afronta el sector, si bien otras dos amenazas podrían ser controladas en un plazo no excesivo. Una llegó con la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus), plaga que no desapareció, pero que parece controlada con las sueltas del Torymus sinensis de Medio Rural.

Otro problema lo genera la Cydia splendana o “polilla del castaño”. En este caso, las administraciones someten a pruebas un producto destinado a combatirlo a base de feromonas.

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