El alcalde de Alrmendralejo, José García Lobato, apostó por reimpulsar el hermanamiento con el Concello de A Rúa. El primer paso sería la organización de jornadas culturales en ambas localidades.
¿Qué momento atraviesa el hermanamiento de A Rúa y Almendralejo?
Desde el inicio de esta legislatuva, Avelino y yo asumimos la responsabilidad de ser alcaldes de esos ayuntamientos y hemos creído que era interesante seguir teniendo esos contactos de forma institucional, compartir experiencias e intentar profundizar un poco más con acciones. Estas estuvieron supeditadas a una situación que creo que no fue ajena a ningún ayuntamiento: la carencia de recursos. Ahora tenemos que relanzar, seguir potenciando y sobre todo, manteniendo nuestro hermanamiento. Echar un poco de creatividad para que interrelacionemos mucho más las ciudades de A Rúa y Almendralejo.
¿Ese relanzamiento podría fundamentarse en el plano cultural?
Esa es la base sobre la que queremos trabajar: que se conozca culturalmente. Eso sí, hablando en sentido amplio y no ceñido exclusivamente al terreno académico. Dar a conocer las costumbres y tradiciones de los ayuntamientos. Creo que deberíamos profundizar y realizar esas actividades. Tenemos que elegir una fecha y organizar charlas o conferencias de presentación de Almendralejo y A Rúa. También, aprovechar nuestro denominador común: el mundo del vino.
¿La gente de Almendralejo conoce su relación con A Rúa?
La gente guarda el recuerdo y el sentimiento de que hay una ciudad en Galicia, A Rúa, con la que está hermanada. Cierto es que, por circunstancias que afectaron a todos los ayuntamientos y administraciones, hubo una limitación de recursos. Creo que estamos en vías de una recuperación, que ya se palpa y ahora, en momentos de más holgura, es cuando podemos realizar actividades. Los ciudadanos no entenderían que en momentos de dificultad las administraciones piensen en otras cosas.
Desde el inicio de esta legislatuva, Avelino y yo asumimos la responsabilidad de ser alcaldes de esos ayuntamientos y hemos creído que era interesante seguir teniendo esos contactos de forma institucional, compartir experiencias e intentar profundizar un poco más con acciones. Estas estuvieron supeditadas a una situación que creo que no fue ajena a ningún ayuntamiento: la carencia de recursos. Ahora tenemos que relanzar, seguir potenciando y sobre todo, manteniendo nuestro hermanamiento. Echar un poco de creatividad para que interrelacionemos mucho más las ciudades de A Rúa y Almendralejo.
¿Ese relanzamiento podría fundamentarse en el plano cultural?
Esa es la base sobre la que queremos trabajar: que se conozca culturalmente. Eso sí, hablando en sentido amplio y no ceñido exclusivamente al terreno académico. Dar a conocer las costumbres y tradiciones de los ayuntamientos. Creo que deberíamos profundizar y realizar esas actividades. Tenemos que elegir una fecha y organizar charlas o conferencias de presentación de Almendralejo y A Rúa. También, aprovechar nuestro denominador común: el mundo del vino.
¿La gente de Almendralejo conoce su relación con A Rúa?
La gente guarda el recuerdo y el sentimiento de que hay una ciudad en Galicia, A Rúa, con la que está hermanada. Cierto es que, por circunstancias que afectaron a todos los ayuntamientos y administraciones, hubo una limitación de recursos. Creo que estamos en vías de una recuperación, que ya se palpa y ahora, en momentos de más holgura, es cuando podemos realizar actividades. Los ciudadanos no entenderían que en momentos de dificultad las administraciones piensen en otras cosas.