Valencia do Sil fue un centro metalúrgico “único” en Galicia

Los arqueólogos en O Castelo, durante su visita de junio.
photo_camera Los arqueólogos en O Castelo, durante su visita de junio.
El director de la excavación realizada en Valencia do Sil estima que es más grande que Santomé

El yacimiento arqueológico de O Castelo, en Valencia do Sil (Vilamartín de Valdeorras), pudo ser un gran centro de producción metalúrgica, sólo comparable al ourensano de Santomé. A esta conclusión llegaron los investigadores de la asociación científica Sputnik Labrego una vez finalizados los trabajos realizados a lo largo de las últimas semanas en ese lugar, cuya ocupación fue datada en dos etapas: entre los siglos I y II y del IV al V.

Al finalizar el quinto año de trabajos en el yacimiento, su director explicó que en una de las zonas excavadas estos días se observa un gran centro de producción metalúrgica. “Por sus dimensiones, fue una zona de producción importante y a gran escala, solo comparable con el de Santomé, pero no con estas dimensiones. Es un yacimiento único en el noroeste peninsular que nos lleva a otros países”, expuso Carlos Tejerizo.

La ubicación de la ocupación, sobre una ladera, contrasta con la proximidad al río Sil de otras valdeorresas. “Explotar mineral le daría sentido”, comentó Tejerizo, quien también aludió a la gran cantidad de escorias de hierro y cobre recogidas en Valencia do Sil. La existencia de vetas de estos minerales en lugares próximos, como O Seixo (O Bolo), podría corroborar sus conclusiones.

En la segunda quincena de junio, un equipo formado por 12 investigadores, incluidos el experimentado restaurador Diego Iglesias y los alumnos del Máster Interuniversitario de Arqueoloxía de la Universidad de Santiago de Compostela, trabajó en el yacimiento arqueológico de O Castelo, siempre con el apoyo del Concello de Vilamartín. Aquí, también investigó el colectivo valdeorrés Los Escarbadores en las décadas de 1960 y 1970, además de estudiosos como el arqueólogo Santiago Ferrer o el presidente de la sección de Arqueología del Instituto de Estudios Valdeorreses, José Fernández, entre otros.

En esta quinta etapa en el yacimiento vilamartinés, los investigadores también consolidaron la mitad de las estructuras, una labor ardua debido al estado de conservación de los muros, que obligó a aplazar el final de esta labor hasta el año próximo. Además, fue realizado un sondeo en otra zona, actuación que permitió sacar a la luz un silo de cereales.

Tejerizo: "Aquí veo un enorme interés por la arqueología"

La consolidación de los restos abre el camino a las visitas de los amantes de la Historia y la arqueología, pero para que todo esté listo para los visitantes aún habrá que esperar unos cuatro años. Hasta entonces, continuarán los trabajos de conservación del yacimiento así como los de investigación o el acondicionamiento de accesos y señalización del lugar.

Y es que en tierras valdeorresas interesa la arqueología. “En Valdeorras veo un interés y un conocimiento que no hay en otros lugares. Hay una riqueza patrimonial enorme”, destaca Carlos Tejerizo.

Quienes ya pudieron visitarlo fueron los niños que participaron en los talleres de arqueología, denominados Arqueopeques, que se desarrollaron durante la estancia de los arqueólogos en Valencia do Sil. Acudieron dos grupos, formados por casi una veintena de pequeños investigadores.

El alcalde de Vilamartín, Enrique Álvarez, apuntó recientemente los planes municipales de acondicionar un espacio como museo para mostrar los hallazgos. Mientras no es una realidad, las piezas son enviadas al Museo Arqueológico Provincial de Ourense.

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