El descarrilamiento de un mercancías en Vilamartín de Valdeorras, ocurrido el 23 de agosto de 2023, sigue preocupando a los vecinos, quienes aún pueden contemplar restos del transporte. Fueron 5 de los 16 vagones del convoy los que se salieron de la vía, cargado uno de ellos con argón refrigerado -un gas noble- y otro con aceites para cosmética. La causa del suceso pudo ser el conocido en argot ferroviario como “garrote”, consistente en la deformación de las vías que, en este caso, Renfe atribuyó a las altas temperaturas.
Sin embargo, vecinos de Vilamartín indican que unos días antes del suceso, este tramo de vía había sido objeto de diferentes trabajos y temen que pueda repetirse. Esta inquietud fue recogida en tres escritos que el Concello que dirige Enrique Álvarez Barreiro envió al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), correos que no fueron respondidos. La situación preocupa al alcalde, interesado en dar una respuesta a la población.
El temor a nuevos descarrilamientos no es el único que se palpa en Vilamartín, como reflejó el alcalde en sus escritos a Adif. Los vecinos también muestran su preocupación ante las diversas piezas de vagones y traviesas que aún siguen en la zona, abandonadas a ambos lados de la carretera municipal que discurre paralela a la línea del ferrocarril en este tramo. Carentes totalmente de señalización, en Vilamartín consideran que estos restos metálicos suponen un peligro para la circulación, sobre todo, en horario nocturno, por lo que apremian su retirada.
El suceso de agosto también dejó su huella en la carretera. El impacto de los vagones con el asfalto provocó grandes socavones en el firme, baches que también amenazan a los coches que circulan por la zona. Aquí, el Concello viene reclamando desde agosto la reparación urgente de las deficiencias ocasionadas por el descarrilamiento y, al igual que sucede con los restos metálicos, sin resultado alguno.
Sin respuesta
En estos momentos, este diario está a la espera de una respuesta del Adif, entidad con la que contactó para conocer la posible fecha de retirada de los restos y del arreglo de la carretera.
Este concello valdeorrés también advierte de que los vecinos cruzan la vía en varios puntos que no están habilitados para ello. Para eliminar el riesgo de accidentes, desde el Consistorio plantean al Adif la posibilidad de vallar el tramo urbano de la infraestructura ferroviaria. Una última cuestión planteada desde el Concello gira en torno a los dos pasos a nivel del municipio, cuya señalización, que realizó el propio Consistorio, incumple la normativa, por lo que solicita que personal técnico indique la señalética correcta.
