El Silfest que se celebró sobre la orilla del río finalizó con música, vino, pulpo y juegos infantiles
La pontevedresa Cora Sayers puso punto final ayer a la segunda edición del Silfest, el festival que pretende ser un referente en la comarca y que se desarrolló sobre el césped de la orilla del río Sil durante tres días. El programa de esta última jornada se redujo a un taller infantil y al concierto de la cantante. Fue música tranquila, ideal para las horas que siguieron al despliegue de energía de Maryland, Big Crunch, Presumido, The Morgans y Correos.
A pesar de que el tiempo del festival tocaba a su fin, fueron muchas las personas que se acercaron al recinto durante la soleada mañana dominical. Su asistencia estaba más que justificada. Silfest da nombre a un festival musical, pero es mucho más. Ayer lo volvieron a comprobar quienes se sentaron sobre las mesas desplegadas por la playa fluvial. Buscaron degustar buenos vinos, acompañados de "pulpo á Feira" y otros aperitivos gastronómicos.
En esta edición también hubo juegos para los niños, pues un juego fue la propuesta del taller infantil, en el cual, los pequeños crearon un "atrapador de sueños". Además, los más jóvenes tuvieron hinchables, en tanto que los mayores pudieron comprar zapatillas tuneadas del Silfest.
