Alrededor de 60 niños de entre tres y 14 años se enfrentaron en una batalla muy dulce, utilizando como munición los más de 400 pasteles de merengue distribuidos por la organización a los asistentes

A pastelazo limpio en Esgos

Una pequeña se aprovisiona de pasteles (Foto: JOSÉ PAZ)
Una de las imágenes características del cine mudo, el de los pioneros del cinematógrafo en Estados Unidos, es la guerra de tartas -que años más tarde homenajearía el maestro Blake Edwards en su película 'La carrera del siglo'-.
En Esgos, un pequeño pueblo de los alrededores de Ourense, uno de los elementos centrales de su programa de las fiestas en honor a San Vitores consiste, precisamente, en un enfrentamiento a base de pasteles de merengue entre los niños de la localidad -y en los últimos años, también de las cercanías-.

'Todo empezó hará unos siete años, cuando Martín Sousa, dueño de la pastelería Milhojas de Esgos, trajo unos merengues para convidar a los amigos y terminaron tirándoselos los unos a los otros', explica Suso Guede, miembro de la comisión de fiestas.

A partir de ese momento, se decidió que la idea tenía futuro y se dedicó un día de las fiestas a la 'merengada', con los niños como protagonistas. La calle de acceso a la Plaza Miguel Chisco fue escenario ayer, por séptimo año consecutivo, de esta original y dulce batalla, en la que tomaron parte, por grupos de edad, niños de entre tres y 14 años, para dar paso más tarde a los mayores, ya con los restos de la batalla infantil.

'Se calcula que este año han tomado parte alrededor de 60 niños; cada año vienen más porque es una actividad atractiva para los más pequeños', señala Cristina Sousa, miembro de la Comisión de Fiestas de San Vitores.

Nada menos que 400 merengues fueron repartidos desde las ocho de la tarde entre los particulares combatientes, que no cejaron en su intento de acertar de lleno con la cara del contrario, en una guerra incruenta que terminó con goloso paladeo o una obligada ducha, hasta el año que viene.

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