Benigno, pasión por los objetos y la memoria

Benigno Basteiro, natural de la aldea de Bembibre, en Viana do Bolo, es conocido desde hace décadas por ser un apicultor reconocido internacionalmente, pero pocos son los que conocen su faceta de coleccionista. En las inmediaciones de su vivienda posee un verdadero museo. Un espacio en el que se recoge, a través de múltiples objetos el paso del tiempo. Desde bien pequeño comenzó su pasión por atesorar elementos con los que se iba encontrando en sus vivencias.

Las navajas son su gran pasión y es que, en las vitrinas que ocupan las paredes de este espacio, perfectamente colocadas y referenciadas, cuenta con más de 2.000 ejemplares llegados de todo el mundo. Asegura que algunas de ellas han sido verdaderamente difíciles de conseguir, pero se siente orgulloso al poder mostrarlas. “Empecei meténdoas na mesiña de noite, como xa non me collían fixen unha vitrina. Logo tiven que facer moitas máis”, afirma entre risas. Acompañando a las navajas, Benigno posee cientos de reliquias que muestran los oficios y costumbres a lo largo de los tiempos. Oculista, matrona, afilador, relojero, peluquero….

Horas y horas hay que dedicar a esta estancia para poder observar todo con detalle y es que ya ha perdido la cuenta de las piezas que allí se pueden encontrar.

En sus ratos libres, se dedica a restaurar, reparar o adecentar los objetos. “Desde moi pequeno arranxaba cousas e ías gardando. Eu aquí pásoo pipa”, afirma. Benigno ha viajado por más de 20 países divulgando sus conocimientos sobre la apicultura, lo que le ha facilitado hacerse con piezas procedentes de los lugares más insólitos. “A miña única ilusión é trasladar isto a un museo situado nun lugar turístico para que todo o mundo poida gozalo. Allariz ou Vigo serían lugares perfectos”, declara.