Lalo, el artistiña de la piedra de Viana

Auténticas obras de arte decoran la aldea de Solbeira, en Viana. Su artífice, Abelardo Prado Amor, un jubilado de 84 años que lleva más de una década dedicando su tiempo libre a elaborar espectaculares estructuras a partir de pequeñas piedras

Profesional forestal y agricultor jubilado, Abelardo Prado Amor, conocido por sus amigos como Lalo, siempre tuvo en su interior un don artístico. Fue su retirada laboral lo que lo impulsó a dejar fluir su don y convertir su pueblo natal en una auténtica obra de arte.

Una réplica del Puente Romano de Ourense, una avenida con todo tipo de detalles, capillas o varios espacios de ocio decorados minuciosamente son buen ejemplo de ello. Para ejecutar todas sus obras, Lalo crea estructuras con hormigón armado que posteriormente decora mediante la colocación de pequeñas piedras. 

A sus 84 años, y acompañado de su esposa, Amparo Yáñez, se desplaza hasta diversas canteras para recoger su material más preciado: las piedras. Tras engalanarse con su atuendo de trabajo compuesto por una bata y un gorro, lava el material recogido con mucho mimo y coloca una a una las piedras sobre la estructura creada previamente. “Fago o debuxo nun papel, elaboro a base e logo vou decorandoa pouco a pouco”, explica. Una ardua tarea que se extiende en el tiempo, y es que a alguna de sus obras le ha dedicado más de dos años de trabajo. 

Él señala a su pareja y a una vecina del lugar como las “culpables” de sus inicios. Con el fin de decorar el espacio entre ambas casas con flores, le pidieron que creara unos tiestos de piedra. Lalo accedió de buena gana, y desde entonces, su labor no ha cesado. 

Una creación tras otra. Este artista muestra, orgulloso y junto a su esposa, todos los secretos de sus obras a los visitantes que deciden hacer un alto en el camino para visitar Solbeira. “Achégase moita xente de Portugal e de diferentes partes de Galicia”, señala Lalo, a quien es casi imposible no encontrar en plena tarea en algún rincón del pueblo. 

Creatividad, dedicación, perseverancia y mucha energía es el cóctel secreto de este vianés al que muchos vecinos admiran.

Su historia está recogida en ejemplares internacionales y aunque la mayor parte de su tarea engalana las calles de Solbeira, ha realizado trabajos para otras aldeas vianesas como A Bouza, Pixeiros, Grixoa o Fradelo. Alguna de ellas ha traspasado incluso los límites locales, como un escudo elaborado para una de las brigadas del Ejército de Tierra que durante el verano se desplaza al municipio para vigilar los posibles incendios forestales.  Y es que, otra de las virtudes de Lalo es, sin duda, la generosidad. 

Para él, este es su hobby, una pasión que alimenta su ilusión desde que decidió jubilarse. “Así ocupo o meu tempo libre. Cando non estou recollendo pedras, estounas colocando”, confiesa. Auténticas obras de ingeniería a las que Amparo acompaña con infinidad de plantas para que la estampa sea completamente idílica. 

Visitar Solbeira cada cierto tiempo implica poder observar el progreso de este minucioso trabajo que se extiende a lo largo de sus calles.

Tanto Lalo como Amparo lo tienen claro y, hasta que su salud se lo permita, continuarán dedicando su tiempo a convertir esta aldea de “A Chaira” de Viana do Bolo en un lugar cada vez más bello, si cabe.

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