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Las quemaduras: qué tipos hay y cómo tratarlas en niños

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Las quemaduras infantiles son una de las principales causas de accidente en Pediatría.  

Las quemaduras infantiles más frecuentes, sobre todo, en niños menores de 5 años, son las radiaciones solares, para los que os dejamos algunos consejos para su protección, y las térmicas. Las térmicas son provocadas por contacto con un sólido caliente, suele ser una quemadura más profunda y menos intensa que la provocada por contacto con líquido caliente en piel, que suelen ser extensas y poco profundas y se denomina escaldadura.  

Durante los primeros meses de vida, se suelen producir en el baño o al tomar alimentos muy calientes. Cuando el niño comienza a desplazarse, gateando o caminando, y aumenta su curiosidad, el riesgo de que ocurra una quemadura crece de forma exponencial, por lo que son muy frecuentes en los niños con una edad comprendida entre los 12 y los 24 meses.

Clasificación de las quemaduras infantiles

Para clasificar las quemaduras y poder estimar la gravedad y pronóstico, se deben de tener en cuenta la profundidad, extensión y localización de las lesiones. La piel de los niños es más fina que la de los adultos, por ese motivo se quema con temperaturas menos altas y con una mayor profundidad.

Según la profundidad

Pueden ser de primer, segundo, tercer o cuarto grado.

  • Primer grado o superficial: solo se afecta la capa más superficial y externa de la piel, que es la epidermis. La piel está más roja e inflamada, es dolorosa al tacto y blanquea con la presión. El ejemplo típico es la quemadura solar o las que se producen al tocar un objeto caliente. Pueden aplicarse medicamentos para ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación. Curan en menos de una semana y no dejan cicatriz.
  • Segundo grado: afecta a la epidermis y a la capa más profunda, la dermis. La piel está más inflamada, va del color rosado al rojo intenso, presenta ampollas y un líquido claro en su interior. Puede tener las ampollas rotas con exudado y presentar posible pérdida de parte de la piel. Producen mucho dolor. Suelen curar entre una y tres semanas, y pueden dejar cicatriz si son muy profundas.
  • Tercer grado: afecta a todo el espesor de la piel, es decir a todas las capas de la piel, destruyendo las terminaciones nerviosas, por lo que, a pesar de su gravedad, no duelen. La piel tiene aspecto blanco nacarado hasta el negruzco, con aspecto apergaminado. Precisan cirugía para su curación. deben implantarse injertos de piel, para que el interior del cuerpo no quede expuesto al entorno externo y se produzca una infección. Siempre dejan cicatriz.
  • Cuarto grado: Algunos autores dividen las quemaduras en cuatro grados en lugar de tres. En este caso, las quemaduras de cuarto grado serían aquellas que involucran músculos, tendones y huesos. Son las lesiones más graves y profundas. Este grado de gravedad es más frecuente en las quemaduras eléctricas y puede ser más grave de lo que parece, ya que lo peor de la lesión se encuentra debajo de la piel. 

Según la extensión

Además de la profundidad, es muy importante la extensión de las quemaduras. Es muy útil utilizar la regla de la palma de la mano del niño. Se calcula sabiendo que la distancia desde el borde de la muñeca hasta la punta de los dedos corresponde al 1% de su superficie corporal. Así, podemos clasificarlas en:

  • Leves: quemaduras superficiales que afectan a menos del 10% de la superficie corporal. Pueden tratarse en casa con una crema hidratante y vigilar si se producen cambios.
  • Moderadas: afectan entre el 10% y el 30% de la superficie corporal. Suelen requerir ingreso hospitalario.
  • Graves: afecta a más del 30% de la superficie corporal y la atención debe ser urgente, en una unidad de cuidados intensivos.

Según la localización

Es importante conocer las zonas especiales o de mayor gravedad que son: cara, cuello, manos, pies, genitales, región perineal y zonas de flexión. Implican mayor riesgo de secuelas estéticas y funcionales.

¿Qué hacer ante una quemadura?

Es importante seguir una serie de pasos:

  1. Apartar de la fuente de calor. En quemaduras eléctricas, hay que asegurarse antes de tocarlo, que el niño no esté en contacto con la fuente eléctrica.
  2. Retirar inmediatamente la ropa sobre el área quemada (excepto la que esté pegada a la piel), anillos, collares...
  3. Si hay llamas sobre el niño y la ropa está ardiendo, apagarla cubriéndolo con una manta o haciéndolo rodar por el suelo.
  4. Siempre hay que enfriar la quemadura inmediatamente, aplicando agua fresca del grifo, durante 15-20 minutos (en las quemaduras químicas o de segundo y tercer grado, durante un mínimo de 20 minutos).
  5. Administrar un analgésico (paracetamol o ibuprofeno) para aliviar el dolor.
  6. Si la quemadura exuda (suelta líquido), cubrirla con gasas humedecidas o en su defecto, con una sábana o una toalla limpias, sin apretarla, para que no se pegue a la piel, y consultar con el pediatra.
  7. Acudir al servicio de urgencias, si la quemadura afecta a la cara, las manos, pies o genitales.
  8. Las quemaduras de tercer grado, requieren de atención médica inmediata. Estar pendiente de cualquier signo de shock.

Cubrir la zona con gasas húmedas y no colocar una almohada debajo de la cabeza, en el cuello pueden comprimir las vías respiratorias, si hay una zona quemada. Mantener al niño caliente, tapado con un abrigo o una manta y acostado, elevando brazo o pierna quemada, por encima de la cabeza pues se pueden comprimir vasos y nervios.

¿Qué no se debe hacer?

Es importante evitar hacer alguna de las siguientes cosas: 

  • No utilizar hielo para enfriar la quemadura.
  • No romper las ampollas, porque al hacerlo, se deja la puerta abierta a los gérmenes y otro microorganismo potencialmente perjudiciales.

Si las ampollas están rotas, lavarlas con agua y jabón y cubrirlas con un apósito estéril, dejándolo flojo.

  • No retirar la ropa que esté pegada a la piel.
  • No frotar la quemadura.
  • No aplicar pomadas o remedios caseros pueden empeorar las lesiones, al favorecer la infección.
  • No apretar las gasas que cubren la quemadura.

¿Cuándo es necesario consultar con el pediatra?

Si una quemadura pequeña y superficial se vuelve cada vez más roja e inflamada puede haberse infectado. Si la quemadura exuda (rezuma liquido o sustancia viscosa)

¿Cuándo acudir al servicio de urgencias por una quemadura?

Si la quemadura es profunda, no duele, presenta muchas ampollas o son grandes.

Si es muy extensa o afecta a zonas de mayor riesgo: cara, cuello, manos, pies, genitales, región perineal y zonas de flexión. Las quemaduras de estas zonas del cuerpo, pueden ser muy graves.

Si presenta signos de sobreinfección con enrojecimiento, inflamación importante o exudado purulento.

Si se ha producido por fuego, electricidad o productos químicos.

En caso de duda, llamar al 112 y seguir sus instrucciones.

¿Qué consecuencias tienen las quemaduras?

La mayoría de las quemaduras son superficiales y de poca extensión, pero en algunas ocasiones son profundas y extensas, provocando graves secuelas funcionales, psicológicas o estéticas.

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