Escola de Familias

Tejiendo sueños, el potencial del crochet

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Hacer ganchillo, o crochet, es, como dicen los entendidos, “una forma de meditación en movimiento”. Al repetir movimientos y patrones, hacer los diferentes puntos, contar vueltas, con los colores y texturas, el cerebro se relaja y se concentra en el presente en vez de que tus pensamientos vaguen por el pasado o el futuro y nos ayuda a desconectar de lo que puede causarnos estrés o ansiedad consiguiendo  una atención plena en lo que estamos haciendo. Al mismo tiempo, el acto de crear algo con las manos es una forma de “mindfulness” que te ayuda a dejar de lado tus preocupaciones y pensamientos negativos.

Desde Egipto

Es una práctica que ha resistido la prueba del tiempo. Es una tradición que se remonta al antiguo Egipto, donde el ganchillo se utilizaba para confeccionar ropa tanto para ricos como para pobres. Hoy sigue siendo una parte importante de muchas culturas de todo el mundo. Desde siempre ha sido cosa de las abuelas, un arte tradicional que pasa de generación en generación, y que ayuda a que la relación de jóvenes y mayores se haga más fuerte. Estas nuevas generaciones que están poniendo, otra vez, de moda esta artesanía, hacen todo tipo de prendas de vestir, adornos, pendientes, collares, plantas eternas, e incluso, amigurumis que son unos bonitos y originales muñecos totalmente hechos a ganchillo.

Y, como sabe cualquiera que haya intentado aprender a hacer ganchillo, ¡puede ser frustrante! Pero esa frustración desaparece cuando pasas tiempo con otras personas que practican este pasatiempo y disfrutas de su compañía. De hecho, mucha gente descubre que una de las cosas que más les gusta de este arte es hacer amigos que comparten su pasión por el ganchillo. La gente se está animando tanto, que están surgiendo grupos de ganchillo por todo el país, en todas las ciudades y en muchos pueblos, donde se juntan en centros sociales, plazas, colegios, y cafeterías o también en comunidades online para aprender esta maravillosa actividad artística y, además, es una forma de relacionarse y hacer nuevos amigos… 

Tu comunidad te ayudará a mantener la motivación mientras se aprenden nuevas técnicas. Y cuando termines tu proyecto, ¡considera la posibilidad de donarlo a alguien que necesite un poco más de amor en su vida! Incluso se organizan grupos para hacer cosas con fines benéficos como mantas para gente con pocos recursos (últimamente se mandan muchas a Ucrania y ahora a las víctimas de los terremotos en Turquía y Siria), Pulpitos para niños prematuros, …. 

Ventajas

Una de las ventajas de  esta actividad es que es muy barata, solo necesitas una aguja y un poco de lana o hilo para empezar a aprender. Pero como todas las manualidades artesanales, si quieres puede encarecerse, dependiendo del tipo de material que quieras tejer, y los “extras”, como marcadores, agujas con mangos decorados y otras que tienen luz propia ( por si alguien quiere tejer a oscuras), anillos que te ayudan a guiar el hilo o que llevan una cuchilla incorporada para cortarlo, articulaciones y ojos de seguridad con preciosos colores para los amigurumis (algunos hasta con pestañas), tijeras de diseño y bolsas increíbles para llevarlo todo.

Desde Gambia hasta Navaltoril (Toledo), pasando por Vilanova de Cerveira (Portugal) y A Veiga (Ourense), se está utilizando el crochet para tejer material reciclado, bolsas que se reutilizan y crean desde parasoles para atenuar el calor veraniego en las calles hasta bolsos, tapetes, estuches, y adornos para las casas que en muchas ocasiones se venden para colaborar en la economía familiar o con un fin solidario y en otros decoran todo un pueblo para una fiesta abierta a todo el mundo en la que se puede disfrutar de la destreza de las manos de las tricotadoras que hacen cosas increíbles con esos materiales reciclados.

En países como Irlanda, donde el ganchillo es una gran tradición, el Gobierno ha reconocido recientemente la necesidad de apoyar y promover el “Irish crochet”, que es una forma original y distinta de ganchillar . El ganchillo suele ser de doble punta, con un alma interior invisible al terminar la labor. Se ha descrito como una combinación de “puro capricho y gran sentido práctico”., y  consigue hacer que se pueda escapar del  frenético ritmo de vida de la ciudad. Esta tradición comenzó en Irlanda y se extendió a Inglaterra, Escocia y América.

También os habréis dado cuenta de que esta tradición se ha modernizado totalmente, está en todas las redes sociales, hay grupos de ganchillo en Facebook, Instagram, Telegram…. En youtube hay miles de tutoriales, para principiantes, expertos, en varios idiomas, de todas las edades,  gente de un montón de países unidas por una tradición. Personas maravillosas que regalan sus conocimientos y trucos para que cualquiera pueda aprender esta tradición milenaria que solo hace mejorar la vida de quien lo practica.

En esta época de distracciones constantes, ¿por qué no dedicar un momento a practicar el ganchillo?

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