Adiós, gracias y mucha suerte en la despedida del COB ante el Lleida (56-82)

Ourense. 19/05/2023. Último partido da tempada de Basket de Leb Oro entre o Cob e o Lleida, con resultado final favorable ó Lleida.
Foto: Xesús Fariñas
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El COB despidió la temporada con un partido muy pobre ante el Lleida y que incluso cabreó a una afición decepcionada hasta el último día con el equipo

Se acabó la temporada para el COB y lo hizo con un partido que hizo de resumen compactado de lo visto en los ocho meses que duró. Un quiero y no puedo al inicio, pero con detalles de que se podía ir a algo más (tampoco mucho) y una firma colectiva después del expediente que sabe a conformismo y a falta ambición. El Pazo, que ya se las ha visto todas, recortó que no le gustan los trampantojos y dio el toque de atención pitando durante el partido y dictando sentencia al final con una despedida en silencio. De las que sacan los colores sin tener que alzar la voz.

Quería Félix Alonso un equipo con orgullo y ganas para subir algo la nota en los dos últimos partidos y lo que hizo fue restarle todavía algunas décimas a un aprobado raspado y sin opción a reválida.

Se despidió del Pazo perpetrando otro partido para olvidar. Pobre de calidad y de energía toda la segunda mitad y consiguiendo que se hiciese interminable un partido en el que lo fácil era lucir y gustarse sin miedo a la derrota. No consiguió nada de lo que pudo pretender en el vestuario e incluso dejó dudas de que pudiese importarle mucho hacerlo. Fue un COB sin alma, que confirmó su facilidad para dejarse ir al ritmo que mande el rival y sin calidad para reaccionar.

Solo se salvó de los ourensanos el primer cuarto y algunos minutos sueltos del segundo. El resto fue un bocadillo de polvorones para una grada muy por encima del equipo toda la temporada.

Al descanso Fahrudin Manjgafic ya iba con una vuelta de ventaja sobre todos sus compañeros y Kur Kuath se salvaba por la actividad de siempre y un mate de los que valen la entrada.  Aunque hasta ahí el resto al menos remaban en la misma dirección. Los bases sumaban algo (en la segunda ya solo restaron) y los demás iban aportando a cuentagotas. En ataque, porque en defensa nada de nada ni en la primera ni en la segunda mitad. 

El Lleida no tuvo que apretar nunca el acelerador. Ritmo constante y jugo colectivo para ir siempre por delante en los minutos aceptables del COB, estirar la ventaja en los malos y romper el marcador en los horribles.

Sobraron los últimos 15 minutos de un partido que sobraba de por sí. Ya con un aviso del público en la oreja, el COB intentó esforzarse un poco más, pero con el mismo desacierto siempre. El tercer cuarto lo cerró con casi 7 minutos sin meter una sola canasta en juego y el último se aprovechó de la complicidad del Lleida para anotar algo más (12 puntos). 19 puntos en toda la segunda mitad. Esa fue la firma que le puso a la temporada un equipo que obliga al borrón y cuenta nueva sin clemencia.

Una plantilla incompleta en argumentos, desequilibrada en recursos y sin ambición en el ombligo. Un equipo que solo respondió a base de golpes de efecto desde los despachos y tirones de oreja puntuales en el banquillo. Dio para conseguir el objetivo del club e irse sin tener que agachar la cabeza, pero sin gloria ni mérito. Se acabó la temporada y esa es la mejor noticia. Ya lo dice todo.

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