Deseos nostálgicos

Pues parece que hay pocas sorpresas en la vuelta de la Liga Endesa, pero aun así los partidos están siendo muy interesantes. Hasta la fecha, a falta del Barça-Baskonia (cuando ustedes lean está columna ya sabrán el resultado) sólo la victoria del equipo burgalés sobre el Madrid se ha salido del guión.

Este formato de partido-descanso-partido y sin posibilidad de enfrentamientos previos de preparación, ha hecho que los entrenadores hayan diseñado diferentes alternativas defensivas, algo muy poco habitual en la ACB. No sé si el motivo viene, porque algunos equipos se han presentado en esta fase final con varias bajas significativas o, por el contrario, es el resultado de la excepcionalidad de este final de liga. También puede ser que sea por ambas circunstancias o incluso venga motivado por otros aspectos. El caso es que, por lo menos para los entrenadores, está siendo muy atractivo ver la aplicación de nuevas ideas y ojalá, esta valentía en los planteamientos, sea extensible para futuras temporadas.

Posiblemente el desenlace final sea el mismo de siempre y Barça y Madrid se jueguen la liga en la final, que recordemos que este año es a un solo partido. Según lo visto hasta el momento; los dos trasatlánticos, más Unicaja, Baskonia y Valencia se van a jugar las cuatro plazas que clasifican para la semifinal. Pero cuidado, porque con la victoria de Burgos de ayer, puede ser que el equipo castellano leonés tenga las mismas opciones que los anteriores y le dé un susto a alguno.

La discusión que hay siempre en el mundo del baloncesto es que, las finales entre los dos clubes de futbol, son las más rentables para el basket. El argumento se basa en que todo lo que suene a Madrid-Barça tiene una publicidad mayor y un aumento de audiencia considerable. No voy a negar tampoco que, una final entre ambos "plantillones" y a un solo partido, es un espectáculo de muchos quilates.

Otra cosa es la idea que tenemos los que nos dedicamos a esto profesionalmente, pensando lo bueno que sería para nuestro deporte una final inédita. Yo creo que todos, sin dejarse llevar por colores, nos encantaría ver a la terna de aspirantes de siempre, teniendo el premio de tantos años invertidos. Por no decir lo romántico que sería ver a un equipo como Burgos campeón de la liga ACB. Es tan bonito que todos recordamos cuando Manresa lo consiguió, aunque ha llovido tanto de eso.