Los fantasmas de un pasado no muy lejano vuelven a aparecerse delante del COB. Después de unas semanas de tregua, con los habituales golpes y jugadores “tocados” que deja el deporte a este nivel, las miradas del equipo ourensano vuelven a posarse en la enfermería. Una circunstancia que, además, llega en el momento decisivo de la temporada para tratar de alcanzar ese objetivo extra que es la novena plaza, la última que da acceso al play off.
Alicante fue la viva imagen de un equipo condicionado por las bajas. Dominio durante 30 minutos y desplome final cuando el equipo se quedó sin gasolina ante la imposibilidad de repartir esfuerzos. En la ciudad mediterránea faltaban Javi López y Bolong Zheng. Además, Adika Peter-McNeilly estaba convaleciente de un virus que le impidió prácticamente comer en tres días y su actuación fue tan voluntariosa como testimonial. Para colmo de males, en el último cuarto, llegó la lesión de Justin Turner. Otra para el jugador estadounidense, que parecía haberse olvidado del gafe de la primera mitad de temporada para alcanzar regularidad e importancia en su juego.
Ayer, a última hora de la tarde, los servicios médicos del club exploraron al escolta americano confirmando que tiene una lesión muscular en el isquiotibial. No es muy grave, pero la cercanía del duelo ante el Cantabria hace que su participación sea muy difícil, aunque todavía no se puede descartar. Dependerá de la evolución. Y más que diaria, de cada hora. Y también de las sensaciones de Turner, que tiene dolor en la zona.
Margen de maniobra
Lo que sí parece es que el de Detroit esquivó una complicación más severa pensando en los siguientes compromisos del COB, aunque el margen de error para entrar en play off es muy escaso y el duelo ante los cántabros aparece como una final en esa misión. Un percance físico que llega justo en una semana con tres partidos y sin margen de maniobra en el trabajo de recuperación.
Un caso contrario al de Javi López, con el que existe un mayor optimismo. El base canario evoluciona favorablemente de su lesión en el bíceps femoral. Su participación el domingo no se puede dar como segura, pero tiene muchas más posibilidades de regresar tras dos partidos de ausencia.
También Adika Peter-McNeilly, una vez superado el virus que le afectó a principios de esta semana, debería estar plenamente recuperado.
Un poco de aire para un equipo sufridor este año. Y es que los ourensanos han tenido que lidiar con ausencias de forma permanente. En partidos y en entrenamientos. El COB terminó el año 2023 teniendo a la plantilla al completo en solo el 25% de las sesiones de entrenamiento realizadas desde que empezó el curso. Hubo días de solo ocho jugadores disponibles. Por aquellas fechas no se ejercitaban los jugadores del Bosco Salesianos.
El parte de guerra del equipo ourensano deja una lista variopinta de dolencias. Desde las más habituales lesiones musculares o esguinces, hasta virus gripales o estomacales, la nariz rota por partida doble de Turner o el accidental mordisco de Palazuelos al estadounidense que se complicó.
