BALONCESTO

Diego Ocampo: “Espero que se haga justicia”

Entrevista a Diego Ocampo
24-7-15
photo_camera Diego Ocampo, entrenador del Estudiantes.

El nuevo entrenador del Estudiantes, confía en que el COB consiga su puesto en ACB 

El COB dilucida su futuro balanza en mano. Lo hace en Madrid y con el CSD como juez ciego ante una ACB con doble fondo. Estos días él sigue desde Ourense la actualidad de su equipo, del que es "fan" y de la competición en la que ya es cara reconocida. Está de vacaciones dejando que a los abuelos se le caiga la baba con un Ocampo que todavía no pinta flechas ni aspas en la pizarra pero que con 21 meses ya sabe que la  pelota gorda manda en casa.


Diego Ocampo acaba de firmar con el Murcia el mejor registro en la historia del club en la ACB y hace diez días fue presentado como nuevo entrenador del Estudiantes, pero por encima de todo es ourensano. Presume de ello. Es del COB. "Tengo fe de que se haga justicia. Sobre todo que se haga justicia. No sé si tiene razón la ACB, el Fuenlabrada o el COB porque no tengo los papeles y no tengo ni idea, pero es muy importante que se haga justicia", dice el todavía único entrenador ourensano en la élite del baloncesto nacional.


No esconde sus colores: "Me preocupa como aficionado del COB y como una persona del COB. Puedo opinar como fan pero no como entrenador. Poco a poco el club ha ido a mejor y ha ascendido en la cancha en uno de los play off más bonitos que se recuerdan. Espero que esté en la ACB". No deja dudas: "Entrené al COB, jugué en el COB. Mi afición por el COB nace de ver en Os Remedios a Nacho Suárez, de ver a Ángel Navarro... Luego de verlos en el Pazo. Guardo un autógrafo de Andre Turner después de esperarlo una hora a que saliese del vestuario. Mi ilusión por el baloncesto y mi motivación nace de esos ejemplos y por eso creo que es muy importante que el COB esté lo más arriba posible, porque es un ejemplo para los niños. Porque son modelos". 


Tiene bagaje profesional para opinar y además sabe donde está lo perenne y donde lo caduco del deporte que lo obsesiona en la ciudad por la que da la cara. Toca escuchar y tomar nota: "Tiene que haber un equilibrio presupuestario y un proyecto a medio plazo. Tener esos modelos en ACB suponen educación y salud pero tiene que ser viable y para eso es imprescindible un modelo de infraestructura y generar dinero. Las instituciones pueden ayudar y en momentos incluso volcarse pero hay que generar dinero y eso es posible teniendo claro que un equipo en la élite supone directamente el aumento de los niños que jugarán al minibasket. ¿Qué bajas? No pasa nada. Si el equipo juega en ACB es muy importante no bajar, pero si se bajas es importante tener un proyecto para volver a subir sin generar frustración".


Alumno aventajado de una generación poblada de entrenadores con conocimientos y ganas pero quizá con menos valentía, oportunidades o incluso fortuna: "En Ourense hay gente muy preparada, chicos y chicas. Entrenadores preparados para acceder al baloncesto profesional pero entiendo que el momento actual hace complicado que se lo jueguen todo a una carta con el baloncesto y eso es inteligente por su parte". Se atreve a aconsejar: "Lo más importante cuando eres entrenador de formación es asumir que tienes una responsabilidad sobre los niños. Lo más importante es que sean buenas personas. Que sepan tirar o botar es secundario. La tarea del mentor también es muy importante. Una persona que tengas al lado y que te pueda tutorizar y no tiene porque estar en la pista sino cerca. Personas mayores, que aquí las hay, que ya no tienen la necesidad de entrenar pero que les gusta enseñar".


En su caso hay nombres propios innegociables: "Es muy importante acordarte de los orígenes. Estaba en Carmelitas y Augusto, Nino y Artigas me llevaron al COB al equipo de EBA y en agosto Salva Maldonado ya me tenía en el primer equipo. Sin él no sé lo que habría sido de mí pero ha sido clave en mi carrera. Igual que Pedro Martínez que me llevó a ACB a entrenar a jugadores como Marc Gasol o Ariel McDonald".
Volviendo a su ciudad, aporta el punto de vista del que observa desde fuera con el conocimiento de lo que hay dentro: "En el baloncesto ourensano todo es cíclico pero lo que está claro es que todo va reestructurándose.

Salesianos, Carmelitas o Maristas tiene momentos buenos o malos pero nunca se mueren y siempre se recuperan. Tienen mucha responsabilidad en que el baloncesto siempre esté vivo y no se les reconoce lo suficiente". Y argumenta el porqué de la pasión por este deporte: "Para empezar tiene una de las mejores instalaciones que hay en España para jugar al baloncesto. Tiene una edad pero parece que la edad nunca pasa por esa instalación. Luego tiene una historia que pasa por Salesianos y Os Remedios y todo ese proceso engancha mucho. Y eso se hereda de padres a hijos y eso está latente y desde fuera se puede ver perfectamente".


El último mensaje suena a resumen: "En una ciudad de 120.000 habitantes deberíamos estar todos unidos y en eso es verdad que vamos mejorando. Sin tener prisa en ganar un campeonato o en sacar un jugador adelante. Las cosas llegan solas". Si él lo dice...
Este año toca ser todos un poco del Estudiantes. Excepto cuando visite el Pazo.

Te puede interesar