Dos fichajes le quedan al COB para completar su plantilla. Un alero y un pívot y los dos “de máximo nivel”. El entrenador cobista, Félix Alonso, es el que explica cómo ha sido y cómo está el mercado. Ayuda a entender lo complicado que es configurar un equipo y las horas de trabajo que dedican él y el director deportivo, Sergio Pérez Anagnostou, en un momento de la temporada clave y a la vez apasionante.
“Está siendo un verano de pico y pala. Nosotros fuimos de los primeros en empezar a fichar porque fui uno de los primeros entrenadores confirmados en la liga y es verdad que el mercado al principio nos dio muchas cosas, pero luego el propio mercado nos expulsó totalmente y estuvimos dos o tres semanas en las que no éramos capaces de llegar absolutamente a nada de los que nos proponíamos”.
Alonso tiene mucha experiencia en diseñar plantillas y conoce bien la LEB Oro. Su trabajo empieza mucho antes que los partidos: “Lo más importante es conocer a los jugadores en profundidad tanto a nivel deportivo como personal. Eso significa muchas horas de video para analizar al jugador y también muchas llamadas para conseguir teléfonos de entrenadores y de compañeros que hayan coincidido con el jugador que quieres. Y no te puedes quedar solo con una opinión, hay que conseguir lo máximo posible”. Y una dato más: “Hay que ver el encaje que el jugador puede tener dentro de la plantilla. Nosotros hemos dejado pasar a jugadores de mucha calidad que en otras circunstancias nos habría encajado, pero entendíamos que no eran los adecuados para el equipo que estábamos conformando. Y otras veces hemos intentado fichar a esos jugadores que entendíamos eran perfectos y no hemos podido porque económicamente no hemos llegado o porque ellos no han querido fichar en Ourense”.
En las últimas semanas, los tiros han apuntado siempre a dos posiciones: el “3” y el “5”. Esos fichajes serán los que pongan la nota final al equipo y Alonso y Anagnostou se volcaron en dos jugadores en concreto. Para la zona negociaron, ofertaron y por momentos creyeron tener muy cerca al griego Vasileidos Kavvadas: “Asumimos un riesgo con él. Sabemos que es un fichaje muy difícil porque es un jugador que hace dos años estaba jugando la Euroliga con el Panathinaikos, pero que el mercado te lo ofrece. Ahora, a lo mejor, puedo arrepentirme porque la segunda opción la tendríamos cerrada y se nos escapó en el tiempo que decidimos esperar por Kavvadas. Es complejo. Muchas veces hay que tomar decisiones y si Kavvadas hubiera salido creemos que hubiera sido algo extraordinario, pero no salió y perdimos a otro jugador de mucha calidad y que creemos que también habría sido de impacto en la liga”.
El otro “5” era el croata Ivan Vranes, que la pasada campaña sobresalió en la ProB francesa con 15,6 puntos y 7,6 rebotes en el Quimper y que firmó a principios de agosto por el Juventus lituano.
Para el perímetro la “obsesión” fue Chris-Ebou Ndow. Ya conocía la LEB Oro tras jugar en el Básquet Coruña y esta campaña se “salió” tanto en la competición doméstica como en la continental con el Den Bosch holandés. Ahí, el COB recurrió a otra “arma” de mercado habitual, tirar de jugadores que hagan de imán: “Karamo Jawara (compañeros en la selección de Noruega) intentó convencerlo y explicarle cómo es nuestro proyecto y lo competitivos que queremos ser. Hay que utilizar todas las herramientas, como lo hago con amigos entrenadores para que nos ayuden a persuadir a algunos jugadores”.
Ndow acabó fichando la semana pasada en la potente BBL alemana, pero ya unos días antes el COB había empezado apuntar a otro jugador, el internacional esloveno Jakob Cebasek, con el que estuvo negociando hasta este mismo fin de semana, en el que se descartó esa opción mientras el alero jugaba el torneo de Málaga contra España y Estados Unidos.
Jugadores a los que el COB lanzó sus dardos en un mercado que solo premia cuando haces diana.
