COB, Coruña y sus respectivas aficiones ofrecieron un espectáculo deportivo que bien podría considerarse con denominación de origen
(84-87)
Jornada de baloncesto gallego en el Pazo que bien serviría de promoción de los valores de este deporte. Antes del partido, encuentro lúdico y gastronómico entre ambas aficiones en una zona anexa al recinto. Y como plato fuerte, un COB-Coruña con excelente ambiente en la grada y un desenlace de los que hacen afición, de una o de ambas partes.
Mucho en juego en la pista. Coruña necesitaba la victoria en su lucha por el ascenso directo, el COB por tomar el último vagón para el play off. El Pazo comprobó la calidad del cabeza de la LEB Oro, también el orgullo de su equipo, cuyo mérito consistió en recuperar un partido que parecía perdido ya en el primer cuarto (11-26) y de exigir el máximo al rival -hasta el último segundo- por el triunfo.
De entrada, el bofetón para el equipo de Félix Alonso fue a mano abierta. Sin Javi Löpez ni Bolong Zheng, la dirección en pista recayó en Sergio Llorente y Adika. Tanto los bases, como el resto del equipo comprobaron el nivel físico del líder. La dificultad en los pases, en las penetraciones, en avanzar… El COB perdió pronto la fluidez, el acierto -2 de 15 en triples- y los nervios -trío arbitral sobrepasado- contra un Coruña imponente en presencia y confianza, con el impasible Lundqvist y el caliente Barrueta anotando sin descanso.
En otras canchas, este mismo COB se dejaría llevar por la corriente. En este Pazo, el empuje de la grada convierte al equipo de Félix Alonso en aspirante al ascenso. Sucedió contra el Estudiantes hace dos semanas y sucedió de nuevo.
Tras un segundo cuarto de recuperación, con mejor defensa y Radic, Kacinas y Turner anotando, la diferencia se rebajó a diez puntos (33-43). En el tercero, sumando a Adika y Llorente, la cosa se puso a cuatro (46-50). Sólo la buena dirección del letón Jakovics y los golpes de genialidad de Lundqvist y Barrueta, lo mejor del mejor, impidieron que el COB empatase el partido con un Pazo talismán.
Lo cual sucedió en el último período. Un COB agresivo y comprometido en defensa, valiente en ataque, igualó el marcador a 70 puntos con un triple de Llorente (minuto 36). La inmensa calidad de los antes mencionados y que, por parte local, Justin Turner sólo estuvo magnífico, impidieron la remontada.
No llegó, aunque el COB lo intentó hasta el final y el Coruña llegó a pensar que no saldría vivo. Disfrutaba siete puntos de ventaja a falta de un minuto. En una interminable sucesión de movimientos y tiros libres, el COB la estrechó a un mísero punto (84-85).
Sin tiempo para más, aunque la mayoría quisiese disfrutar del espectáculo hasta la madrugada. Un partido con Denominación de Origen, que comenzó con la Banda de Gaitas y pudo terminar de verbena, si Turner anotase un último, milagroso y desesperado triple.
