Pazo Tizón apuesta por la modernización en la vendimia

vendimiadora autopropulsada

La bodega incorpora una vendimiadora autopropulsada que combinará con el trabajo tradicional

Paul Vladoi, ingeniero jefe de Pazo Tizón, con la nueva vendimiadora en el viñedo.
Paul Vladoi, ingeniero jefe de Pazo Tizón, con la nueva vendimiadora en el viñedo. | Marcos Atrio

La Bodega Pazo Tizón apuesta por la modernización de la vendimia incorporando en esta campaña una vendimiadora autopropulsada, un equipo innovador en los viñedos de la D.O. Ribeiro, caracterizados por zonas de pendientes donde es difícil introducir este tipo de maquinaria.

Esta bodega, situada en Moldes, en Boborás, en el límite con O Ribeiro, ha decido dar este paso para afrontar uno de los grandes retos del sector: la falta de mano de obra.

Con seis hectáreas de viñedo y una producción que ronda los 60.000 kilos de uva, la bodega combinará así en esta campaña tradición y tecnología, con el objetivo de reforzar la calidad de unos vinos que ya han sido reconocidos con numerosos premios.

Pedro Paz, propietario de la bodega, señala que “en esta zona hay máquinas arrastradas, pero autopropulsada es una novedad. Es una inversión importante, pero creemos que hay que modernizar la vendimia”. Entre sus ventajas, destaca que “nos permitirá obtener uva más pura y fría, y resolver el problema de encontrar personal”.

Funcionamiento

Imagen de la máquina autropropulsada.
Imagen de la máquina autropropulsada. | Marcos Atrio

La vendimiadora incorpora un brazo que sacude la cepa, una despalilladora que elimina hojas y una mesa de selección que escoge las uvas de mayor calidad. Paul Vladoi, gerente e ingeniero técnico de la bodega, explica que “nos permite ahorrar pasos en el proceso, porque nos deja directamente la uva limpia. Luego en la mesa selecciona el tipo de uva, el tamaño, y aparta las uvas que están verdes”.

El trabajo con la nueva vendimiadora empezó la pasada noche: “lo haremos de madrugada, porque así se garantiza que llegue más fría a la bodega y con mejor sabor”.

A pesar de que el funcionamiento de la máquina es aparentemente sencillo, ya que solo es necesario un conductor, su manejo requiere cierta destreza debido a los desniveles del terreno. “Estamos implementando este sistema a ver como funciona y adaptarnos a la máquina, teniendo en cuenta que hay zonas donde no se puede utilizar”.

La idea no es sustituir totalmente el trabajo manual, sino complementarlo. De hecho, la vendimia de albariño y treixadura ya comenzó de manera tradicional. Vladoi subraya que “somos 30 vendimiadores, pero cada año tenemos más dificultades para conseguir cubrir esta cifra”.

Entre sus ventajas se encuentra el ahorro de tiempo: “El proceso, que habitualmente dura unos diez días con 30 personas trabajando, podrá reducirse a menos de la mitad. Una hora de trabajo de la máquina equivale a un día de trabajo de quince vendimiadores”, explicó el ingeniero.

La previsión es que un 40% de la vendimia en Pazo Tizón se realice con el nuevo sistema en esta campaña, mientras que el resto seguirá siendo manual.

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