Obituario | Nuestra científica más universal

Era catedrática emérita de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), y presidenta de honor de la Real Academia Nacional de Farmacia

Héctor Díaz / Sabela Pinal

Publicado: 27 may 2021 - 22:06 Actualizado: 29 may 2021 - 10:30

María Teresa Miras Portugal.
María Teresa Miras Portugal.

Carballiño está de luto por la muerte de una de sus vecinas más ilustres, María Teresa Miras Portugal, quien falleció ayer en Madrid a la edad de 73 años como consecuencia de una grave enfermedad. Fue una mujer avanzada a su tiempo, que supo con su inteligencia y trabajo superar las barreras de género cuando ni siquiera éramos conscientes de ellas, consiguiendo el reconocimiento -tanto en España como en el resto del mundo- por su trabajo como docente e investigadora.

Una amiga entrañable de la familia, Rosa Núñez, aseguraba ayer que fue todo un referente en Carballiño, especialmente para las mujeres, y la definió como "una gran persona, sencilla, encantadora y buena gente". Era hija de Esperanza Portugal y Aurelio Miras Azor, abogado reconocido prestigio en la villa por su labor profesional, pero también conocido por ser el autor de los libros "La juventud de Pepa Loba" y "El Agüista". María Teresa era "la nena" como cariñosamente la llamaba su familia y amigos. Se casó con Fernando Varela García con quien tuvo dos hijos, Fernando y Alberto.

Sus restos mortales llegarán hoy a Carballiño y la familia recibirá duelo en el velatorio Veracruz, a partir de las 19.00 horas. El funeral está previsto para las 16.00 horas del sábado en el Templo de A Veracruz, para ser trasladada posteriormente al cementerio parroquial de Señorín, en donde "ela quixo ser enterrada a pesar de vivir en Madrid", explica su hermano Juan Miras.

María Teresa Miras Portugal dejó Carballiño a los 14 años para irse a estudiar a Santiago. Allí comenzó Farmacia, una carrera que terminó con Premio Extraordinario y Premio Nacional fin de carrera. Fue una apasionada de la ciencia y nunca dejó de aprender. Catedrática emérita de Bioquímica y Biología Molecular e investigadora, doctora en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid y en Ciencias por la Universidad Louis Pasteur de Estrasburgo (Francia), su currículum es enorme con más de 350 publicaciones en revistas científicas. Desde los ochenta fue la directora del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid y fue la presidenta de la Real Academia de Farmacia entre los años 2007 y 2013. Todo un hito, ya que fue la primera mujer que presidió una organización de este tipo en España.

Amable, acccesible, carballiñesa ejerciente y siempre con tiempo para atender a sus alumnos universitarios, porque la enseñanza y la universidad eran su pasión. Por eso no es de extrañar que el gobierno de Mariano Rajoy la eligiera para presidir la comisión de expertos para la reforma del sistema universitario.

Su campo de investigación estaba relacionado con la neurociencia y fue pionera en el estudio de receptores y transportadores de nucleótidos y aminoácidos en células nerviosas. Ella misma explicaba en una entrevista en La Región qué se escondía detrás de todos estos términos. “Ahí están las respuestas a cómo funciona el cerebro, cómo funcionan las neuronas, qué enfermedades hereditarias puede haber, qué anomalías pueden surgir, qué enfermedades podríamos curar o qué otras enfermedades neurológicas podríamos tratar. Es un mundo complejo del que estamos empezando a desbrozar un poco por encima este inmenso bosque. Vamos reconociendo algunos elementos de este puzzle para ver si somos capaces de armarlo”.

La ciencia como un desafío permanente, así era su vida, un reto para aprender, para entender mejor nuestro mundo y hacer la vida más fácil de los que habitan en él. Por eso, nos quedamos con esta frase que nos había brindado en otra entrevista: “En la ciencia todo lo que se puede imaginar se puede conseguir”. Descanse en paz.

Una trayectoria profesional llena de reconocimientos

María Teresa Miras ha sido una de las personas con uno de los currículums profesionales más brillantes de nuestro tiempo. Una mujer que deja una huella profunda en la ciencia y cuyo fallecimiento nos deja a todos huérfanos, sin uno de los referentes intelectuales de nuestros días.Los premios han sido una constante en su trayectoria. Desde sus brillantes notas escolares hasta ese Premio Nacional de Fin de Carrera que ya auguraba a una persona con una enorme capacidad de aprender y compartir sus conocimientos.

Algunos de los galardones más representativos en su trayectoria fueron la Medalla Alberto Sols que recibió en el año 2005, además del premio María Josefa Wonenburger Planells de la Xunta de Galicia en 2008 y también la Medalla Castelao en el 2016, de los que María Teresa Miras se sentía especialmente orgullosa, según nos reconocía su familia, por ser otorgados en su tierra natal. Porque María Teresa Miras fue profeta en su tierra y querida por sus convecinos. En el año 2011 le concedieron el Premio de Investigación Miguel Catalán de la Comunidad de Madrid y en 2012 fue nombrada presidenta del Comité de Expertos para el estudio de la reforma de la universidad. En Carballiño también recibió en 2012 el Galardón Arenteira de Cultura e Investigación.

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