Leirado rescata las portadas de Guinea sobre la independencia

MUSEO DE LA EMIGRACIÓN

El Museo de la Emigración a Guinea Ecuatorial acoge una exposición temporal con 15 portadas y noticias publicadas entre los años 1968 y 1969 en las páginas de La Región.

Alba Tejedor, universitaria en prácticas, posa con algunas de las portadas de la exposición.
Alba Tejedor, universitaria en prácticas, posa con algunas de las portadas de la exposición.

El Museo de la Emigración a Guinea Ecuatorial de Quintela de Leirado inaugura este mes de noviembre una exposición temporal sobre el proceso de independencia de esta antigua colonia española, a la que emigraron masivamente los vecinos de este municipio, a través de las portadas de La Región. Una iniciativa de la dirección de este espacio museístico que capitanea Pablo Pérez, para cuyo montaje ha contado con el apoyo de Alba Tejedor Gertrudix, una universitaria del Máster de Museos, Archivos y Bibliotecas de la Universidad de A Coruña, que este viernes se despedía de Leirado tras pasar tres meses como becaria en el marco del programa Campus Rural.

La colección, que se podrá visitar durante los próximos meses, está integrada por 15 portadas de periódicos en las que se va narrando cómo se vivió el proceso de independencia en los años 1968-1969. “Vimos que había mucho material en los periódicos, y también nos interesaba que fuese de La Región, porque combina las informaciones con las noticias locales, de sitios cercanos, lo que llamará la atención de los visitantes”, explicaba Alba Tejedor, comentando las diferentes piezas expositivas que hablan de “las votaciones, la declaración de la independencia, de cómo fue el regreso de los españoles y también se hace un poco de balance de como fue su estancia allí”, añadía Tejedor, sobre una colección que alternará fotografías de la época y que se podrá visitar en la primera planta del edificio multiusos.

Lazos familiares

La exposición pone el punto y final a las prácticas llevadas a cabo por Alba Tejedor en Leirado. Una experiencia “muy enriquecedora y muy bonita”, resumía la madrileña que el pasado 1 de agosto desembarcaba en el municipio para participar en unas prácticas que le han permitido conocer, el día a día en un museo, pero también la realidad del mundo rural que nada tienen que ver con su lugar de origen, Moralzarzal. “Me ha sorprendido la naturaleza tan salvaje que hay aquí y los vecinos, muy cercanos y comunicadores”, dijo.

Sobre su labor en el museo, un espacio que recoge la pequeña gran historia de este valle que emigró a Fernando Poo, ha desarrollado diferentes iniciativas relacionadas con los escolares y también en el ámbito de la investigación. “He tenido la oportunidad de contactar con centros escolares para iniciar visitas guiadas, preparando también el material y concertando visitas para marzo del año que viene”, comentaba Tejedor, quien alternaba el proceso con la gestión de los visitantes y de las redes sociales.

Por su vocación, e implicación personal con esta antigua colonia española (su abuelo también emigró a Guinea Ecuatorial), Alba Tejedor ha llevado a cabo una investigación sobre el proceso de evangelización de Guinea y también sobre la literatura. “Para mis abuelos ha sido una ilusión poder colaborar desde la distancia con este proyecto y, aunque no han podido viajar hasta aquí, han querido colaborar mandando fotos de Guinea”, trasladaba emocionada por el gesto de agradecimiento de los responsables locales, de incluir a sus abuelos Luisa y Sebastián en el panel que preside la entrada a la sala, donde están las fotografías de vecinos que emigraron a Guinea.

En estos meses, desde el espacio museístico que ha recibido alrededor de 5.000 visitas desde su apertura, han dado pasos para la constitución de una asociación sin ánimo de lucro, se han diseñado y elaborado una línea de chocolates en un guiño a las grandes plantaciones de cacao del país africano, también se ha contactado con la Casa de Galicia en Madrid para realizar una exposición sobre el museo. “Si al final se consigue, claro que estaré allí aportando en lo que pueda”, añadía la joven estudiante, que ahora volverá a casa con el objetivo de opositar para trabajar en una biblioteca. “En mi caso ya he terminado la formación universitaria y no puedo repetir, pero recomiendo al 100% la experiencia del Campus Rural”. Una satisfacción compartida por ambas partes, tras confirmar Pablo Pérez que para el año que viene volverán a participar en el programa.

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