Los colegios del rural presumen de educación personalizada y modelo familiar

Tras dos años cerrada por reforma, la escuela de Vilaza reabrió este lunes sus puertas a sus nueve alumnos, de 3 a 7 años. En el centro, que forma parte del Colegio Rural Agrupado (CRA) de Monterrei junto al de Pazos, en Verín, y el de Vences, en Monterrei, se imparte desde Educación Infantil hasta 2º de Primaria.

Para su directora, Teresa Santamaría, tener pocos alumnos es una gran ventaja: “Os cativos conviven e axúdanse entre eles, os máis pequenos tamén aprenden das clases dos maiores e avanzan máis rápido. Ademais, grazas a iso temos un trato moi próximo coas familias”.

Que esté en el rural no significa que los estudiantes de Vilaza cuenten con menos recursos. Al revés, el colegio aprovecha el entorno para “saír constantemente, imos ver as árbores no outono ou como fan o pan no forno, aprenden no propio medio, aquí non hai os perigos dunha cidade”, comenta la directora, docente en la villa desde 1986.

Además de todo tipo de medios didácticos y tecnológicos, desarrolla programas como un club de ciencias pionero en el Infantil gallego y cuenta con su propio huerto, gallinas y hasta mascotas de las que cuidan los alumnos: unos canarios y una tortuga llamada “Coloretes”, que a sus 35 años se ha pasado el verano en casa de un escolar.

José Santamarina es el padre de Leo, uno de las “nuevos”. Pese a que viven en Verín, lo tenían claro al escoger el aula de Vilaza: “La asistencia es mucho más personalizada y cercana a los niños al ser grupos más reducidos”. Los alumnos que no son de Monterrei van y vuelven “en taxi”, pagado por el Concello.

“Coma un Montessori”

El CEIP O Castiñeiro de Laza recibió este lunes a cuatro alumnos de Infantil y uno de Primaria, para un total de 32. Los “veteranos” fueron los primeros en dar la bienvenida a sus nuevos compañeros, en un centro en el que “todos se coñecen, somos unha gran familia, son as vantaxes deste modelo de agrupamento mixto, semellante a metodoloxías educativas como a Montessori”, asegura Carolina Palomanes.

La profesora cree que estos colegios son “enriquecedores para a aprendizaxe, os maiores asumen unha responsabilidade de coidado cos pequenos, e estes quérenos imitar”.

El director, Juanlu Rivero, afirma que este modelo permite una educación “máis individualizada”, que se basa en “adaptar” los contenidos para el alumnado, que cursa hasta 6º de Primaria, cuenta con bus escolar y come en el centro. Lo único que piden los colegios del rural son “alumnos” y “visibilidade”.