INTERNACIONALIZACIÓN
La experta vitivinícola Beth Willard descubre bodegas de la D.O. Monterrei
De levantarse a las 05,00 horas y llegar a casa a las 22,00 horas a dormir más y apresurarse menos. De oficiar 60 bautizos en un día a ninguno en cuatro meses. De más de mil personas en las misas diarias a casi una centena en las ocasiones especiales. De no pisar un bar a conocer a los vecinos en las cafeterías. De una vida a 200 por hora a una vida calmada entre montañas. Así ha cambiado la vida de David Roa (Venezuela, 1987), un sacerdote latinoamericano que ha dejado su tierra para venir a “ayudar al prójimo” a Vilardevós hace cuatro meses.
“El padre Omar Bello, que está en Oímbra, es compañero mío de estudios, hablamos y me comentó la posibilidad de venir para aquí”, explica el párroco. “La idea era que me llevasen a Carballiño o Celanova, pero el sacerdote de aquí, don Jesús, se iba, y quedé yo en Vilardevós”, añade sobre las siete parroquias y 24 pueblos que lleva Roa, feliz en su nuevo hogar. Eso sí, “la morriña -así lo tilda él- está presente, pero hay que vivir el ahora”.
Roa trabaja para asentarse en el territorio y lo que más aplauden sus vecinos es eso, que trata de adaptarse a las tradiciones y costumbres del lugar. Eso sí, también trabaja para que los vecinos adquieran el hábito de ir a misa y ver la Iglesia como “el lugar de todos”. “Me enseñaron que lo que está bien no se debe cambiar, mi idea es renovar cada día para que la Iglesia se vaya llenando, porque Iglesia somos todos”, puntualiza, contento con el trabajo realizado estos meses.
Con tan solo 37 años lleva ejerciendo el oficio otros diez y asegura que es necesaria más gente joven. Para ello, considera que el camino pasa por la modernización y las nuevas tecnologías. “Muchos sacerdotes están fuera del tema de nuevas tecnologías, pero son el presente. Es necesario aprovechar los medios y herramientas que tenemos, sino los aprovecharán otros”, puntualiza.
Tal es su apuesta por las nuevas tecnologías que David Roa tiene 20.200 seguidores en Instagram y 75.000 en Facebook. “Todo empezó en Venezuela durante la pandemia, comencé a realizar directos celebrando la misa y se conectaban muchos usuarios; así empecé a crecer y comprobé que la gente me sigue porque tiene fe”, señala Roa, quien afirma que “al principio se me hacía raro celebrar -ríe- misa para un teléfono”.
Ahora quiere ganar seguidores de Ourense para tratar de mostrar que la Iglesia es de todos y que los jóvenes también tienen su espacio, a pesar del envejecimiento de la Diócesis. “Pienso que las redes sociales son una forma de dar a conectar a la juventud con la Iglesia, y en breve espero empezar a manejar aquí las redes”, dice, mientras muestra la cantidad de seguidores que tiene.
Y sobre el futuro de su carrera Roa es claro: “Yo vine a Vilardevós para dar un servicio. Cuando llegue el día de irme no me voy a ir sin que otro ocupe mi puesto, porque no quiero dejar espacios vacíos y que los vecinos no tengan el servicio”. Así, trabajará en Vilardevós para devolver a los vecinos su amabilidad y nobleza. “Estoy encantado aquí, para mí es un descanso y la gente no puede ser más amable, así que yo sonrío siempre y trato de ayudar”, añade mientas contempla la Iglesia de San Miguel.
Vilardevós ganó con Roa, el sacerdote venezolano ganó con este municipio ourensano y las redes sociales dan fe de ello.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
INTERNACIONALIZACIÓN
La experta vitivinícola Beth Willard descubre bodegas de la D.O. Monterrei
RECORRIDO POR BODEGAS
Expertos vitivinícolas europeos descubren el territorio de la D.O. Monterrei
VISITA AO XACEMENTO
Os últimos achados do Castelo de Lobarzán, ao descuberto
EVENTO VITIVINÍCOLA
La D.O. Monterrei muestra sus vinos y teje sinergias en Tenerife
Lo último
ELECCIONES EN EXTREMADURA
Casi 891.000 extremeños están llamados a votar este domingo en las elecciones autonómicas del 21D
La Región
JARDÍN ABIERTO
Simbología de la flor de amarilis en Navidad