Verín reordenará el territorio para erradicar el chabolismo

El Concello de Verín no encuentra problemas en la disposición de viviendas del municipio, pero sí que consideran un inconveniente para la ordenación del territorio el aumento de la infravivienda, algo que en los últimos años se fue incrementando en los distintos núcleos rurales de la villa. Esto preocupa al grupo de Gobierno, quienes quieren solventar dicho problema y acabar así con el chabolismo.

“O máis importante respecto a todo o que atinxe á vivenda é actuar sobre o chabolismo, sobre eses lugares que non teñen as condicións mínimas de seguridade. É un problema grave porque está aumentando”, apunta Gerardo Seoane, alcalde de Verín, quien considera que “é preciso atopar unha solución porque está penetrando en núcleos poboacionais e incluso en Verín, un perigo que hai que evitar”.

Actualmente la villa del Támega cuenta con nueve puntos de infraviviendas: la zona conocida como Campo Grande -”os de toda a vida”-, el grupo de las viviendas públicas del 1º de Mayo, un grupo detrás de las “casas baratas” en la avenida de Laza y otro en Caldeliñas. En los últimos años se sumaron unos en O Salgueiro, otros en Pazos -entre el pueblo y el polígono industrial- y Queizás registra tres núcleos diferenciados.

El Gobierno local baraja diferentes herramientas para poder erradicar este asunto que los concierne. Un tema que, aclara Seoane Fidalgo, “non ten por meta condenar a esta xente, que a maioría son persoas en risco de exclusión social, a vivir na rúa, nin moito menos, pero tampouco imos conseguir que adopten as nosas costumes e cultura”. Así, bajo esta premisa, el alcalde, que considera “moi difícil acadar unha solución”, ve en su proyecto posibilidades de erradicar el chabolismo y así, reordenar el territorio municipal.

La idea del Consistorio es crear parcelas -”por exemplo de 20x20”- cerradas en las que cada grupo pueda disponer de una pequeña casa y sus enseres en dicho espacio, “outorgándolle intimidade a eles e sen que estean dispersos polas diferentes aldeas do municipio”, añade Seoane. Contiguo a este terreno se dispondrían otras, creando así una zona -que tendría un camino de entrada- en la que cada grupo cuente con su parcela y concentrándolos en un mismo territorio, acabando con el chabolismo.

El plan, aún en ciernes, se contempla a través del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal, en el que se marcará una zona ya específica para llevar a cabo este proyecto que perfecciona el actual grupo de gobierno. ¿La ubicación? “Aínda é moi cedo para determinar un lugar concreto, temos que pensalo, pero o obxecto de todo isto é reordenar o territorio e facer que baixen as cifras de chabolismo no noso municipio”, concluye el regidor verinense.

Escasez de la vivienda pública

Un instrumento que utilizan muchos ayuntamientos para ayudar a personas en riesgo de exclusión social es la vivienda pública o vivienda de protección oficial. No es el caso del Concello de Verín, que en los últimos años no ha considerado necesario echar mano de ello.

“Podemos dar terreos para vivenda pública, pero polo momento non o contemplamos, teriamos que pensalo”, explica Seoane Fidalgo, quien considera que en Verín no hay problema de vivienda: “Sobran vivendas, hai moitas, pero si que temos problemas con elas, porque é necesario rehabilitalas, ao igual que actuar nesas infravivendas”.

En este sentido, el regidor municipal califica la demanda de tres tipos: quien puede pagar -que no tendría problemas-, el que no la puede pagar -los verdaderos demandantes- y quien no quiere pagar la vivienda -el grupo que prima-.

Aunque en los últimos años no se han creado residencias públicas, el municipio cuenta con edificios que en su día ofertaron este servicio -pasados 50 años se convierten en privadas, como es el caso en Verín-. “Houbo un boom e fixéronse moitas destas construcións, alá polos anos 80 todo eran vivendas públicas”, añade el regidor municipal.

Así, Verín cuenta con cinco zonas en las que, en su día, se empleó dicho instrumento. En la avenida de Laza se encuentran las casas baratas del año 1955 y las más recientes del 1º de mayo, al lado del hospital. En el núcleo rural de Vilela se halla otro grupo de apartamentos, de los que algunas aún no tienen los 50 años, apunta el Consistorio. Al lado del ambulatorio está el Grupo Támega y pegada a la plaza del Concello otra construcción que impulsó el Estado.