Acusa a su ex de quebrantar el alejamiento: “Pasó delante con cara de querer matarme”

José Manuel M.F. y su pareja se separaron en 2022 y se decretó un régimen de visitas respecto a los hijos que derivó en que él tuviese que ir desde su casa, en O Saviñao (Lugo), hasta Trives, lugar a donde se mudó su expareja, a por ellos. Sin embargo, a José Manuel no le fue sencillo cumplirlo por una orden que le impide acercarse a su expareja a menos de 150 metros.

Por ello, según explicó ayer en el Penal 2, iba a la localidad ourensana acompañado por personas cercanas a él que se encargaban de recoger a sus hijos mientras él se quedaba a una cierta distancia para cumplir con la orden, que aseguró que nunca quebrantó. Esta versión no coincide con la de la denunciante, que lo denunció por incumplir dicho alejamiento aludiendo que José Manuel pasó varias veces por delante de su casa y que, mientras el intermediario recogía a los niños, en algunas ocasiones él estaba a una distancia inferior a 150 metros con los brazos cruzados mirando hacia la ventana, donde estaba ella.

Además, en el juicio celebrado ayer en el que se juzgó a José Manuel por estos hechos, contó que el 18 de mayo de 2023, mientras tomaba algo con varias personas en la terraza de un bar, él pasó con el coche, aminoró la marcha y bajó la ventanilla. “Me miró con cara de querer matarme”, aseguró. Sin embargo, una de las personas que estaba con ella señaló que en su opinión él miró como una persona normal. “No me pareció conflictiva”, especificó.

El abogado del acusado, Iván Torres, explicó en sus conclusiones que era imposible que la denunciante viese a su expareja mirarla desde la ventanilla del coche, ya que el turismo deja el bar a su lado derecho, por lo que solo podría haber visto al acompañante -que no tiene carné- y no a su cliente, que estaría en el asiento del conductor.

Respecto a la acusación de que pasó varias veces por delante de su casa, cree que se vulnera el derecho de defensa al no indicar los días concretos. Además, señala que es imposible que desde la ventana de su casa -un tercer piso- pudiese ver quién iba en el interior del vehículo.

En cuanto al incumplimiento de la orden mientras su acompañante recogía a sus hijos, el abogado indicó que su cliente esperaba al lado del colegio -versión que coincide con la de la actual pareja de la denunciante-, y que está ubicado a más de 150 metros. Al respecto, señaló que una vez que se estaba allí, acudió la Guardia Civil y no levantó atestado, lo que considera que indica que cumplía con la orden.