Barreras vegetales para evitar que la ceniza llegue a ríos y manantiales

PLAN CONTRA CENIZAS

La Confederación Hidrográfica Miño-Sil ultima su plan de choque por incendios con dos millones

Río Sil, tras pasar el concello de A Rúa.
Río Sil, tras pasar el concello de A Rúa. | Xesús Fariñas

En los incendios de 2017 y 2022 ya se articularon medidas extraordinarias, pero no de la envergadura del actual plan de choque de restauración hidrológico forestal por incendios que ultima la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y que ya tiene fecha, la primera quincena de septiembre. También cuenta con dotación presupuestaria: dos millones de euros. Y el personal: diez brigadas, cinco para la provincia de Ourense, con 10 operarios cada una.

Su intervención se prolongará por seis meses, con la financiación del Ministerio de Transición Ecológica, que podría ampliarse otro medio año a tenor del desastre medioambiental producido. Este organismo también cubre El Bierzo (León), una comarca también muy afectada por los fuegos, y Lugo.

Según avanzó ayer a este diario el presidente del organismo de cuenca, José Antonio Quiroga, se colocarán barreras vegetales (albarradas o fajinas) en su zona de competencia —limitada a 100 metros del cauce— al tiempo que retirarán los troncos o ramas susceptibles de ir a parar a los cauces de ríos, manantiales o captaciones de agua que abastecen a la población cuando empiece a llover. Las montañas se han quedado sin cobertura vegetal capaz de retener el agua y los arrastres de ceniza están garantizados.

Los técnicos de la Confederación tienen muy claro que el daño ecológico de los incendios no acaba cuando deja de arder y es precisamente entonces cuando se encienden sus alertas.

Las lluvias ponen en jaque el medio ambiente hidráulico, acuático y fluvial por contaminación. “Las cenizas no son inocuas cuando llegan al agua”, recuerda el presidente de la Hidrográfica. En estos momentos, asegura que la afección es mínima, pero va a ser “muy potente e importante a corto y medio plazo, en otoño”.

Las barreras vegetales se colocarán “en las zonas donde convergen las aguas que bajan desde la cumbre, por las laderas de la montaña y que van hacia los regatos, fuentes o los entornos de las zonas de abastecimiento”, explica Quiroga. Pero, según apostilla, es imprescindible que la Administración autonómica se implique con otras actuaciones con las que frenar los arrastres de ceniza y vegetación quemada pendiente abajo. “La Xunta tiene más del 90% de la superficie quemada bajo sus competencias”, recuerda. “Nosotros tenemos competencias sobre los cauces y nuestra competencia acaba a los 100 metros del cauce”, recuerda. “La ceniza no nace en los ríos, la ceniza está en los montes, que son competencia de las consellerías de Medio Ambiente y de Medio Rural. Nosotros ya tuvimos algún contacto con la Consellería de Sanidade para ver los temas de abastecimiento de aguas”.

Reserva hídrica

Pese a la ausencia de lluvias en estos dos últimos meses, las reservas hídricas son adecuadas y la provincia está esquivando la alarma por sequía. “Aunque llevemos estos dos meses sin precipitaciones, hubo una cantidad importante en los meses de invierno y al final de la primavera, lo que hace posible aguantar con normalidad, por lo que no hubo que poner en marcha la mesa de la sequía”, asegura el máximo responsable de la Hidrográfica.

Los embalses de la cuenca Miño-Sil estaban ayer al 75,1% de su capacidad y, pese a que los caudales circulantes son más bajos con respecto al año pasado, son parámetros que permiten, puntualiza el presidente de la Hidrográfica, hablar de “normalidad”, pero con el ojo puesto en ver qué ocurre el próximo mes.

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