Brigadistas en el incendio de O Invernadoiro: “Sí, nos hemos encontrado solos”

Cristobal Medeiros, uno los bomberos forestales de la Brif de Laza, relata cómo es una jornada de hasta doce horas en el incendioque está consumiendo el Parque Natural de O Invernadoiro: “Estamos agotados, son condiciones muy extremas”

Así es la actuación de los brigadistas en el incendio de Vilariño

“Brif de Laza solo hay una, ojalá hubiera más. No estaría mal que hubiera dos en Galicia. En Castilla y León hay tres y no arde tanto como en Galicia”, deja caer Cristóbal Medeiros, uno de los miembros de estas Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales que estos días hacen frente al fuego. Van a alcanzar el octavo día de actuación en el Parque Natural do Invernadoiro, en el que han ardido más de 5.000 hectáreas. El paraje está casi consumido. La virulencia del fuego, que se originó tras la caída de un rayo, se complica por la orografía. Es una reserva salvaje, apenas hay caminos ni cortafuegos. Los bomberos acceden en el helicóptero. “Estamos agotados. Son jornadas duras”, resume el bombero forestal. Las jornadas pueden durar hasta doce horas. “Y sí, en el Invernadoiro nos hemos encontrado solos. También es un perímetro muy grande y no tienes la visión de las 5.000 hectáreas, pero nos dio la sensación de habernos encontrado solos”.

11,00 HORAS: TURNO EN LA BASE

La Brif de Laza son tres equipos. Uno presencial en base, otro de disponibilidad preparado por si hay que reforzar y otro descansando. “El primero tiene que estar a las 11 en la base. Nada más llegar, vamos junto al técnico y pedimos instrucciones. A qué incendio vamos. Estos días, toca trabajar en el Parque Natural de O Invernadoiro”.

11,30 HORAS: VOLANDO

El primer turno se viste y prepara la mochila. “Cada uno debe llevar el agua que estime que va a beber y un pequeño bocadillo. En media hora tenemos que estar con la mochila lista. Llevamos un popurri de herramientas y en función de lo que veamos desde el aire, bajamos”, asegura Medeiros.

12,00 HORAS: ATERRIZAN

Tras un reconocimiento de zona para localizar los escasos caminos, “hablamos con los pilotos para ver dónde nos pueden dejar. Hay zonas que ni siquiera son accesibles para el helicóptero. Ya en el fuego, aplicamos la estrategia que decidimos. El primer día no nos salió bien porque estábamos apagando en ataque directo y se nos reproducía por detrás. Cambiamos al fuego técnico y mejor”.

15,00 HORAS: PEQUEÑO DESCANSO

“Sobre las dos o tres, si consigue llegar un agente, nos trae bocadillos de la base. Hacemos una pausa para comer cuando se pueda”.

17,00 HORAS: OTRO TURNO ACTIVO

La brigada que se encuentra en el turno de disponibilidad, está siendo activada. “La idea es que puedan trabajar toda la noche, hasta las cinco de la mañana”.

19,00 HORAS: SEGUNDA LLEGADA

La brigada que empezó la mañana tiene una hora y media para llegar a la base desde que se activa el turno de disponibilidad del segundo grupo. “Estos días estaban en el Invernadoiro a las siete. Incluso trabajamos un par de horas juntos cuando llegan a darnos el relevo y estamos el doble de equipo en el fuego”.

21,30 HORAS: PRIMER REGRESO

Después de dos horas y media de trabajo conjunto entre el turno activo y el turno de disponibilidad que se incorporó por la tarde, los brigadistas de la mañana regresan a casa. “La otra brigada continúa toda la noche”.

05,00 HORAS: FIN DE LA JORNADA

Entre las cinco y las seis de la mañana, el último equipo abandona el parque natural de O Invernadoiro. Han pasado 12 o 13 horas en el fuego en turnos de 18 brigadistas. “Todos estamos haciendo una media de 11 o 12 horas en el fuego. En O Invernadoiro son condiciones extremas porque no hay nada. Tienes que hacerlo todo a mano. Buscar puntos de anclaje. En cuanto al avituallamiento, es difícil que allí nos dejen algo. Nos buscamos un poco la vida. En 12 horas en un incendio con un bocadillo no solucionas mucho la papeleta”. La Brif de Laza se retira casi al amanecer. “De noche es muy difícil caminar, hay mucha pendiente y no ves nada. Porque una vez que apagas el fuego no ves nada”, comenta Medeiros. En ese momento siente agujetas “por todo el cuerpo”.

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