Tras la búsqueda de los fugitivos

Las retiradas de medicamentos y de dinero fueron el hilo conductor de una investigacion que concluyó con el Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional de Ourense encontrando a un fugitivo de la Justicia. Todo comenzó en el verano de 2019, meses antes de la llegada del covid, cuando el Grupo 2º de Fugitivos de la Policía Nacional comenzó a indagar su paradero con el objetivo de detenerlo y ponerlo a disposición judicial.

Los primeros lugares a los que acudieron en su búsqueda fueron las localidades donde este hombre tenía sus residencias habituales, por lo que se desplazaron a un municipio de Pontevedra y a otro de Ourense. Sin embargo, no tuvieron éxito y también resultaron negativas las pesquisas destinadas a averiguar el vehículo que estaba usando el fugitivo.

El siguiente paso que dieron fue desplazarse hasta Tenerife, ya que allí el fugitivo tenía un familiar y los agentes barajaron la posibilidad de que le diese apoyo logístico, pero tampoco lo localizaron en la isla. Incluso se tuvo en cuenta la posibilidad de que hubiese huido a Portugal, por lo que se emitió una orden europea de detención y entrega.

Sin embargo, las primeras indagaciones de los agentes no iban mal encaminadas, pues el fugitivo seguía en Galicia. El primer momento clave llegó cuando los investigadores descubrieron que en la cuenta del hombre se había añadido un poder a nombre de otra persona, a la que se le autorizaba a realizar todo tipo de operaciones en esa cuenta. Este apoderado retiraba físicamente dinero de una sucursal bancaria en un municipio cercano a la ciudad de Ourense y la hija de este retiraba con la tarjeta médica del fugitivo los medicamentos que al hombre huido le recetaban.

Tras tener constancia de esta información, se solicitó al Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional de Ourense colaboración para rastrear las propiedades inmobiliarias del presunto cómplice del fugitivo, ya que en ellas podía estar oculto el objetivo. Estos realizan numerosas indagaciones que los llevaron hasta Boazo, una aldea de la comarca de Trives.

Allí montaron un dispositivo que duró varios días, logrando detenerlo el 30 de septiembre de 2020 cuando salió a comprar. Este fue el primero de los siete fugitivos buscados a nivel internacional detenidos desde 2020 por el Grupo Estupefaciente de la Policía de Ourense, cuya labor no se circunscribe solo a perseguir el tráfico de drogas.

Fugitiva de Colombia

Otra de las grandes operaciones de búsqueda de fugitivos llevó en 2021 al grupo de “Estupas” de Ourense, junto a otras unidades de Policía Nacional, hasta la provincia de A Coruña. En este caso se trataba de una mujer que era uno de los varios objetivos estratégicos para las autoridades judiciales colombianas, los cuales podrían estar ocultos en territorio español.

Ya habían sido detenidos con anterioridad, pero no había sido posible realizar su extradición y se encontraban en paradero desconocido, por lo que la Audiencia Nacional realizó las correspondientes reclamaciones judiciales. Esta mujer, a la que se le imputaba en Colombia un delito de blanqueo de capitales, había facilitado un domicilio falso en la localidad de Ourense.

Ahí comenzó la operación “Patria”. La Policía llevó a cabo gestiones que permitieron comprobar que el objetivo ya no estaba en Ourense, sino que se había trasladado a una parroquia de Valdoviño (A Coruña), donde recibía asistencia médica. Hasta allí se desplazaron los agentes, comprobando que estaba oculta en una casa situada en una zona muy aislada, lo que dificultaba las vigilancias.

Fue entonces cuando se conformó un equipo con miembros de la Udyco Central, del grupo UDEV-DO de la Policía Judicial de A Coruña y de los “Estupas” de Ourense. Establecieron dispositivos de vigilancia durante varios días y durante uno de ellos la vieron salir de una vivienda a pie y procedieron a su detención.

Sustracciones de hijos

En 2024, la Policía Nacional tuvo el conocimiento de una alerta para detener y entregar a dos personas reclamadas por la justicia neerlandesa acusadas de sustraer a sus dos hijos menores aprovechando una visita guiada, ya que, pese a ser los progenitores, les habían retirado la autoridad de los mismos.

En consecuencia el Grupo de Estupefacientes de Ourense se puso manos a la obra y comenzó a investigar el paradero de estas dos personas y las pistas los llevaron hasta Leiro, donde uno de los objetivos tenía raíces familiares.

Por ello, el 12 de junio de ese año establecieron un dispositivo especial para la localización y detención de los fugitivos en dicho municipio, donde fueron encontrados acompañados de sus hijos menores siendo ambos detenidos. Posteriormente, los fugitivos fueron puestos a disposición del Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional mientras que sus hijos ingresaron provisionalmente en el Centro de Protección de Menores.