Los Reyes Magos pasearon bajo la lluvia en la cabalgata de Ourense

Por fin llegó la tarde que tanto esperaban los niños y niñas de la ciudad. Sus majestades los Reyes Magos de Oriente llegaron a la estación de tren de Ourense ayer pasadas las cinco y media de la tarde. Allí arrancó la cabalgata que llevó a Melchor, Gaspar y Baltasar desde A Ponte hasta la Praza Maior, pasando por el Puente Romano y la Rúa do Progreso.

Los Magos llevaron a cabo el recorrido a lomos de dromedarios. El trío real avanzó entre una muchedumbre de niños que se agolpaba en las vallas para saludar a Sus Majestades y ganar puntos para conseguir un buen regalo al despertarse hoy. Los Reyes, a pesar de que tenían que afrontar una extenuante noche de trabajo, se afanaron en complacer la ilusión de los más pequeños y dejarse ver por el centro de la ciudad.

La comitiva real, además de por los propios Reyes y sus pajes, estuvo compuesta por charangas que pusieron el acento musical y figurantes que dieron el punto de color. Mariposas, una majestuosa ave blanca de grandes dimensiones, estrellas y hasta personajes llegados de la antigua Roma amenizaron un desfile que hizo las delicias de los pequeños de la casa.

La lluvia no aguó la fiesta

Aunque se preveían lluvias -y, de hecho, llovió-, Sus Majestades desfilaron igualmente por las calles de Ourense. Tras su llegada en tren de alta velocidad, fueron recibidos por un nutrido público en la plaza de la estación. Pudo seguirse dónde estaban en todo momento gracias a un sistema de geolocalización por internet.

La comitiva real tenía guardadas seis toneladas de caramelos sin gluten ni lactosa para repartirlos entre los niños y niñas de la ciudad. Inicialmente, muchos de ellos habían llevado paraguas para guarecerse del agua. Buena parte acabaron dándoles la vuelta para acaparar la mayor cantidad de dulces posible.