Las “casas do maior” inundan la provincia: 23 más para 2022

Tras el parón ocasionado por la pandemia, la Xunta de Galicia, de la mano de promotores autónomos de toda la provincia; continúa adelante con su proyecto piloto para establecer “casas do maior” en aquellos municipios que no dispongan de centro de día y para prestar atención diurna a mayores dependientes o autónomos que hayan conseguido la validación de la administración autonómica para optar a este servicio gratuito.

Ourense es, de toda la comunidad gallega, la provincia que mejor ha respondido a este proyecto iniciado en el 2019 con una veintena de estos puntos de atención a mayores y que prevé cerrar el 2022 con 120 en total. En la primera convocatoria, 12 de aquellas 20 se instalaron en Ourense -Xunqueira de Ambía, Piñor, Cenlle, Os Blancos, Punxín, Castrelo de Miño, con dos; A Veiga, Laza, A Gudiña, Xunqueira de Espadañedo y Sarreaus-.

De las nuevas “casas do maior” previstas, 23 se habilitarán a lo largo y ancho de la provincia ourensana: Arnoia, Boborás -tendrá dos-, Cortegada, Entrimo, O Irixo, Laza, Maside -también contará con otro par al igual que Monterrei y San Amaro-, A Peroxa, Piñor, Porqueira, Punxín, Quintela de Leirado, Rairiz de Veiga, Ribadavia, Sandiás, Verea y Larouco.

De la relación anterior, Arnoia, Maside, Porqueira, Ribadavia y Verea ya estarían acondicionadas, tal y como informan desde Política Social. Andrea Veloso, educadora social, se encargará de A Fírveda, la “casa do maior” de Porqueira. Precisamente, este espacio fue dado de alta la semana pasada y, actualmente, acaba de iniciarse el proceso para la valoración de los usuarios. “Hai algunhas persoas que poden estar xa valoradas con anterioridade, por exemplo, para algún servizo de axuda no fogar. A gran maioría dos usuarios que teño en lista de agarda están sen valorar”, explica Andrea Veloso. “Actualmente xa teríamos esas cinco persoas interesadas para ocupar as cinco prazas, que son as máximas que podemos ter. Estou moi contenta porque houbo moi boa acollida”, añade.

En Porqueira, fue el Concello quien cedió el inmueble para la puesta en marcha del servicio. “Ten dúas plantas: arriba está a casa niño e abaixo estaremos nós. Esto danos a posibilidade de traballar e facer actividades cos nenos”, cuenta la educadora social, que siempre orientó su trabajo a las personas mayores: “É un recurso necesario. O meu obxectivo é que sexamos unha familia”, añade.

En Monterrei, en donde se están últimando los detalles de sus nuevas “casas do maior” -serán dos independientes aunque con espacios compartidos y cedidas por el Concello, y llevarán el nombre de Afouteza y Monterrei- comparten la visión de Andrea: “Todo dependerá de las necesidades de cada usuario. No somos un centro de día al uso, pero estamos preparadas para atender ciertas necesidades relacionadas con el cuidado personal que puedan surgir”, explica Eva María García, promotora de la de Monterrei. “La idea es que la gente se sienta como en casa y hacer actividades con los usuarios para entretenerlos y de tipo cognitivo que les gusten”, añade.

Un proyecto piloto que surgió en el 2019 y contribuye a fijar población rural

Las “casas do maior” están incluidas en un proyecto piloto que vio la luz en 2019 para atender a la población más envejecida del rural contribuyendo, al mismo tiempo, a fijar población mediante la creación de puestos de empleo. Estas casas están concebidas para localidades que no cuenten, en todo caso, con centros de día.

Una vez puesta la iniciativa encima de la mesa por parte de un promotor o promotora, la Xunta de Galicia -de aprobarla- financia hasta los 15.000 euros las obras de acondicionamiento -obras y equipación- de las casas y asigna anualmente 19.600 euros a cada promotor para cubrir los gastos de mantenimiento y funcionamiento del servicio, así como para el salario del responsable. Desde médicos a auxiliares, pasando por educadores sociales, pueden optar a ser promotores de “casas do maior”. Además, la Xunta ofrece -de no tener ninguna titulación relacionada- un curso.n