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Las casas rurales de Ourense se resienten por la proliferación de viviendas turísticas

Turismo en Ourense

Gerentes de establecimientos rurales acusan de “competencia desleal” a los alojamientos de uso vacacional, que se dispararon

Publicado: 04 ago 2023 - 06:40 Actualizado: 04 ago 2023 - 08:25

Las casas rurales se resienten por la proliferación de viviendas turísticas

El turismo rural despegó a finales de los 90 como una alternativa muy concreta para conocer Galicia. Pretendía “contribuir a la creación de infraestructuras turísticas en núcleos rurales”, aprovechar “la gran riqueza histórico-artística” de la comunidad, fomentar el empleo y asentar población. Así lo recogía el Decreto 19/2004, de 29 de julio, en el que se actualizaba la Orden de 1995 que regulaba los establecimientos de turismo rural. Sin embargo, desde que aparecieron las primeras viviendas de uso turístico (VUT) en la provincia, en 2018, la ley no ha variado una coma.

Los datos del Rexistro de Empresas de Actividades Turísticas de la Xunta (REAT) indican un distanciamiento dispar en el crecimiento de los dos modelos. En lo que va de año, abrieron dos casas rurales en la provincia, pasando de 79 a 81. Suman cuatro menos que hace un lustro, lo que revela el estancamiento del sector en este sentido. En el otro lado, las licencias concedidas para VUT en lo que va de año ascendieron a 141. A 1 de enero había 693 establecimientos de este tipo y, con los últimos datos del REAT, actualizados el 1 de agosto, el total asciende a 834. La mayoría de ellas, en torno al 60%, están ubicadas fuera de la ciudad. Este servicio está presente en más de 70 concellos de la provincia.

Si se habla en términos de plazas ofertadas, el mapa de las Viviendas de Usos Turístico en Ourense dispone de 4.437 camas -en torno a 3.000 de ellas fuera de la ciudad-; mientras las casas rurales apenas superan el millar (1.015). La consecuencia es que la ocupación del turismo rural en el mes de junio ha caído respecto al año pasado: de 2.432 a 2.250 viajeros españoles, aunque los extranjeros repuntan ligeramente en 18 visitas.

Requisitos

La diferencia entre ambos servicios es clave para entender el difícil equilibrio entre estos dos modelos. La primera radica en el nombre. Las casas rurales se consideran establecimientos y las VUT son viviendas, desligadas, en parte, de la actividad económica. Esto se traduce en que las primeras tienen una mayor carga impositiva y una mayor regulación. Además, según Alexandra Seara, gerente del Consorcio de Turismo de la Ribeira Sacra, un establecimiento rural “se diferencia a través de los servicios de restauración que ofrece, la decoración tradicional, la programación de actividades como el senderismo o las rutas a caballo y el uso de productos locales para sus elaboraciones”.

"No pagan el IVA"

Los gerentes de varios establecimientos consultados coinciden en señalar a las VUT como “una competencia desleal”. Principalmente, “porque no tienen que pagar el IVA, muchos ingresos no se declaran y tampoco hay un control sobre los registros”, asegura Adolfo González, gerente de la Casa da Eira, en Nogueira de Ramuín. Pilar Fernández, de Casa Ramirás (Celanova), se plantea cambiar el modelo de negocio tras 20 años: “Es la competencia y si no puedes con ella, no puedes hacer nada, es el mercado en el que estamos”.

También apuntan a la falta de regulación y control: “En una casa que alquilan para dos se meten ocho o no cumplen las mínimas medidas sanitarias”, explica Cándido Vázquez de la Casa dos Ulloa, en Ribadavia.

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