Casi el 40% de los ourensanos denuncia ataques de ciberseguridad en un año

La tecnología ha invadido por completo el día a día de los ciudadanos en la última década. Sin embargo, los dispositivos que en tantas ocasiones sirven para facilitar la vida también generan vulnerabilidad, ya que son muchos los estafadores que utilizan la red para intentar timar a los internautas. La provincia de Ourense, pese a ser considerada de las tranquilas en cuanto a criminalidad, no es ajena a estos nuevos métodos de engaño. En 2022, el 38,4% de los habitantes tuvieron un incidente de ciberseguridad en sus dispositivos de uso privado en solo un año, según los últimos datos recogidos por la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia. Los números arrojan que se ha producido un aumento de casi diez puntos en cuatro años.

El 32,7% de los habitantes de la provincia ha compartido información como fotos, conversaciones privadas o información relativa a la salud. El 29,4% de ourensanos manifiestan que no realizan ninguna comprobación de seguridad cuando se conectan a una red wifi ajena a su domicilio.Ourense se posiciona como la provincia donde hubo más empresas del sector TIC que sufrieron problemas de seguridad, un 35,7% del total.

Pese a ello, es la provincia que menos ciudadanos sufrieron incidencias de toda Galicia. A la cabeza se sitúa Lugo (66,2%), le sigue A Coruña (54,9%) y en tercera posición se sitúa Pontevedra (51,8%).

Por áreas, sufrieron algún incidente el 32,9% de los habitantes de la zona de O Carballiño-O Ribeiro, el 16,1% de los de Ourense Central, el 37,4% de los de Ourense Sur y el 46,7% de los del Área de Ourense. En cuanto a la ciudad, casi la mitad de los usuarios tuvieron algún problema de ciberseguridad en su dispositivo, concretamente el 48,6%.

Toda información que se da por redes puede ser de utilidad para los timadores. En la provincia, el 68,26% ha proporcionado a través de internet datos personales como nombre, fecha de nacimiento o número del DNI; el 68,24% ha dado información de contacto como dirección del domicilio, número de teléfono o correo electrónico; el 59,94% ha facilitado datos bancarios como el número de la tarjeta de crédito o de la cuenta bancaria; y el 32,75% ha compartido información como fotos, conversaciones privadas o información relativa a la salud.

Otro de los peligros que sufren los internautas es la conexión a redes wifi fuera de su domicilio. El 59,17% de los que las utilizan afirma que solo se conecta a redes que cuentan con seguridad; el 11,43% señala que hace una verificación, pero se conecta tanto las que tienen seguridad como a las que no; el 29,4% apunta a que no hace ninguna comprobación.

Empresas

Ourense se posiciona como la provincia donde hubo más empresas del sector TIC (tecnologías de la información y las comunicaciones) que sufrieron problemas de seguridad, un 35,7% del total, más de diez puntos de diferencia con A Coruña, que se sitúa en segundo lugar, con un 24,9%. Tras ella, se encuentra Pontevedra con un 22,4% y en última posición Lugo con un 20,5%, quince puntos menos que Ourense. Cabe señalar que el 89,8% de las compañías TIC ourensanas utilizan medidas de seguridad, la menor proporción de toda la comunidad. En el resto de provincias, el porcentaje es superior al 95% - 97% en A Coruña, 97,2% en Pontevedra y el 100% en Lugo.

En este sentido, las TIC de la provincia ocupan el último lugar en ventas de productos y servicios de ciberseguridad con apenas un 14,7%, bajando seis puntos en solo un año, desde el 20,7%. En primer lugar, se sitúa Lugo (30,2%), le sigue A Coruña (25,7%) y en tercera posición Pontevedra (24,3%).

Las empresas, tanto las TIC como el resto, están continuamente en el punto de mira de los ciberestafadores y son varios los ejemplos que lo demuestran. Durante el primer semestre del año, los delincuentes estafaron 15.000 euros a una compañía de maquinaria pirateando el correo electrónico.

Una vez dentro, hicieron un seguimiento de los emails que la pyme recibía de sus proveedores y los fue desviando a la carpeta de “spam” para que no fueran visibles y, cuando detectaron la factura que le interesaba, cambiaron el IBAN de la cuenta corriente y se la enviaron solicitando el pago. Mediante el mismo método, también fue estafada una pyme de O Barco, que perdió 6.000 euros.

En el mismo periodo, una empresa ourensana sufrió un ciberataque en el que le sustrajeron alrededor de 300 gigas de información. Los estafadores le pidieron que se pusieran en contacto con la compañía, pero esta, por suerte, no perdió ningún tipo de información porque la tenían guardada en la nube.