Cata y Togo, un tesoro de terapia en Ourense

La cubierta terapéutica del nuevo edificio de hospitalización del CHUO era testigo en la mañana de este jueves de un emotivo reencuentro, el de Toni dos Santos, joven de 33 años y paciente de Cirugía Vascular, con una patología de alto riesgo e ingreso de larga duración, y sus mascotas, Cata y Togo, dos border collie de tres años y medio que, obviando a sanitarios y medios, se abalanzaron entre gemidos y lametazos en pos de su dueño.

“Llevo un tiempo sin verlos y estoy emocionado. Al estar aquí, siempre estás un poquito más de bajón y su visita ayuda mucho mentalmente, te ayuda en todos los sentidos”, explicaba el joven paciente.

“Yo llevo cuatro años con este problema, me caí en el trabajo desde una altura de un piso y me tupió la vena aorta, me hicieron un bypass aórtico y esta última vez se me infecto. Este último año llevo sucediendo ingresos cada 15 días, más o menos”, añade, en la explicación de su dolencia.

“A Cata y Togo los tenía un señor en una finca y los adoptamos. Cata es una perra sana, pero Togo era el último de la camada y tuvimos que luchar por él, dándole el biberón cada dos horas durante cuatro meses, que nos decía el veterinario que no esperáramos que saliera muy adelante porque estaba muy débil, y al final, con amor y paciencia, ahí está, salió adelante”, recuerda, orgulloso. Y es que Toni no duda en afirmar que ”quiero más a mis animales que incluso a algún familiar. Están en los momentos malos y en los buenos. Yo noto, ya me dice mi mujer, que están raros, y que en casa notan mi falta, porque de estar siempre con ellos a no estar, notan mucho la falta. Especialmente con Cata, que necesita estar conmigo, Togo está más apegado a mi mujer”, apunta, mientras acaricia a Cata y Togo revisa el entorno, olfateando a unos y a otros.

Nuria Seijas, psicóloga clínica, es una de las impulsoras de este novedoso programa terapéutico: “La idea surge porque ya teníamos en marcha el programa Paseos que alivian, y como tenemos una terraza en el hospital y vimos esa necesidad en los pacientes de tener un vínculo fuerte con sus mascotas y necesitar verlas, conocí a Toni, vi que estaba muy preocupado por estar separado de sus mascotas y decidimos empezar con él este programa”.

Asegura la psicóloga que “él está ahora mucho más tranquilo, como sabe que tendrá esas visitas, ve más llevadera la hospitalización. Unas visitas que puede ser de dos o tres veces a la semana. Ha sido un cambio muy importante. El programa aporta un beneficio terapéutico a todos los niveles, psicológico, físico y hasta para el control, del dolor del propio paciente, como se ha podido comprobar en otros hospitales nacionales”.

Unas visitas, las de las mascotas, que, en todo caso, deben cumplir unas condiciones, como explicaba Juan José Gómez, presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Ourense: “Los perros deben estar registrados y lo que verificamos es que tengan un estado sanitario que garantice que no cree riesgo alguno a los sanitarios o los ingresados”. Gómez añade que “hablando con el Consejo Nacional de Colegios Veterinarios les pareció una iniciativa -en la que creo que es pionero el CHUO en Galicia- buenísima”.

Para Toni, su mujer Rebeca Martínez y Cata y Togo, seguro que lo es. Este jueves saltaba a la vista.