La ciudad registra el nivel más alto de los medidores autonómicos de ruido

La estación medidora de la ciudad es la que marca los peores registros de la Rede de Ruído de Galicia. El nivel sonoro del tráfico supera los valores normativos en la calle Eulogio Gómez Franqueira y empeora las mediciones tomadas en otros puntos de tráfico intenso, como es el caso en A Coruña de la prolongación de la Ronda de Nelle (calle Gregorio Hernández) que alberga la sede de la Xunta, a cien metros del estadio de Riazor. Es una de las conclusiones del último Informe de Ruído Ambiental publicado por la Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático. El departamento autonómico elabora anualmente este documento con los datos que recopila de sus estaciones en la comunidad. Una de ellas está situada en la rotonda de la antigua estación de autobuses, una ubicación delicada por el intenso tráfico que concentra: es un lugar próximo a la intermodal y es un punto de paso para dirigirse a Quintela desde el centro urbano.

Para hacerse una idea de lo conflictivo que es este punto, el medidor situado en el extremo oeste de la calle -junto a la vieja estación de autobuses- es el que tiene los registros más elevados de toda la Rede de Ruído, que tiene puntos de medición, por ejemplo, en viales transitados como el mencionado de A Coruña o la avenida Castelao de Vigo.

La legislación establece en 65 decibelios el objetivo de calidad acústica en puntos de las características de Gómez Franqueira durante el día (7,00-19,00 horas) y la tarde (19,00-23,00 horas). Este umbral baja a 55 decibelios por la noche. La realidad no se ajusta a las metas: los índices de ruido son de 66 decibelios en la franja diurna, 65 en la vespertina y 61 en la nocturna. Por momentos, se superan los 68 decibelios.

Para medir la calidad acústica se mide el número de días en los que se superan los umbrales objetivo: no pueden exceder del 3% anual. La estación ourensana arroja un valor preocupante por las noches, ya que rebasó el límite en el 95% de los casos. Asimismo, se superó en el 6% de los días y en el 3% de las tardes. En el último caso, el ruido sí queda comprendido dentro de valores normativos.

El informe admite que se trata de una zona de alta densidad de tráfico. Por eso es una buena comparación la estación medidora de A Coruña. También se trata de un punto muy transitado por vehículos, situado en plena ciudad. Aun así, los valores son más amables que los de Ourense, con 64 decibelios por el día, 62 por la tarde y 58 por la noche. “Analizando as superacións xunto cos valores anuais acadados”, concluye el documento, “os datos indican que son necesarias actuacións para a mellora da calidade acústica”.El informe apunta al tráfico y al ruido del ocio como “principais axentes antrópicos de contaminación acústica”. Gómez Franqueira quedaría bajo el primero, y el texto sugiere una receta contra los niveles elevados de ruido: reducción del tráfico, regulación de la velocidad, buen asfalto, transporte poco contaminante e implantar barreras acústicas, como zonas verdes.