El colegio ourensano Divina Pastora viaja a la antigua Roma

SIMILITUDES EN LA MOVILIDAD

Beni Bouzada se puso en el papel de un senador romano para mostrarle a los alumnos del colegio Divina Pastora la relación entre la movilidad de esa época y la actual, haciéndoles llegar un mensaje de seguridad vial de manera diferente y creativa.

Beni Bouzada vestido de senador romano junto a los alumnos del colegio Divina Pastora. (Foto: Marcos Atrio)
Beni Bouzada vestido de senador romano junto a los alumnos del colegio Divina Pastora. (Foto: Marcos Atrio)

El Colegio Divina Pastora llevó a sus alumnos de 3º y 4º de la ESO a un viaje en el tiempo que los transportó a la antigua Roma. Lo hizo a través de una formación sobre educación vial enmarcada en el programa “Ourense educa e involucra”.

Vestidos con sus mejores atuendos, los profesores se sumergieron en una experiencia en la que el alumnado pudo conocer las relaciones entre la movilidad de un tiempo pasado y el actual, haciendo hincapié en la prevención que puede salvar vidas. Gonzalo Sánchez, uno de los docentes que impulsaron esta iniciativa en sus aulas, considera “fundamental” que los jóvenes sean conocedores de todas las normas de circulación como ciudadanos de un futuro no tan lejano, así como medida de contención para los propios progenitores: “Cuando el hijo le diga al padre que no corra con el coche, estoy seguro de que el padre va a estar más en guardia”.

Beni Bouzada, portavoz y miembro de la Federación Estatal de Técnicos de Educación Vial, fue el encargado de ponerse en el papel de un senador y acercarse a los estudiantes de una manera teatral que capturó la atención de todos los presentes. Lo hizo, tal y como afirmó él mismo, “de forma diferente y divertida”. Y en un mes clave, ya que “en vísperas de Navidad se conjuga mucho el desplazamiento de vehículos con el consumo de alcohol y otras sustancias”. Fue esto último precisamente lo que vivió Dani Fernández Carril, presente junto a Beni para hacer llegar su historia al alumnado. La historia de un conductor que -bajo los efectos del alcohol- circuló en dirección contraria y provocó que Dani perdiese una pierna cuando conducía con su moto un 23 de diciembre de hace más de veinte años.

El mensaje de una víctima de lo que profesores como Gonzalo consideran un “mal llamado accidente”, impresionó a todos los alumnos del Divina Pastora, que escucharon atentamente el relato de un Dani que aseguró llevar ya “más de 75.000 pastillas desde el accidente”. Con la perspectiva del tiempo y la intención de dejar su huella en los jóvenes, el cambio de vida que supuso aquella víspera de Navidad le permite ahora sentirse acompañado: “Si de las 100 charlas que doy, que una sola persona cuando vaya a coger el coche se acuerde del chaval aquel que enseñó la pierna y que contó su historia, para mí ya es una victoria. Yo ya estoy aburrido de mi historia, pero por lo menos que otra gente pueda ver lo que puede pasar”. Con creatividad y cercanía, la seguridad vial se convierte en “una herramienta clave” para el futuro de todos.

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