La competencia a Renfe no llegará a Galicia antes de 2023

El ancho de vía o la falta de suministro eléctrico, condicionantes para atraer operadores privados

La competencia a Renfe no llegará a Galicia antes de 2023

La presidenta de Adif, María Luisa Domínguez, y antes su predecesora, Isabel Pardo de Vera, aseguraron reiteradamente que hay operadoras ferroviarias que quieren competir con Renfe en la línea gallega de alta velocidad. Pero esa competencia choca con limitaciones determinadas por las características de la infraestructura. La primera, que solo podrán ofrecer viajes que tenga su origen o destino en la estación de Ourense, la única a la que llegan las vías de ancho estándar. La segunda, la disponibilidad de surcos (frecuencias), con un límite máximo mucho más restrictivo que otros corredores como el de Barcelona o Sevilla por los tramos de vía única y la capacidad limitada del sistema eléctrico hasta que funcione a partir de 2023 la subestación eléctrica de As Portas.

Mientras no se subsanen esos dos condicionantes, nunca antes de 2023, la capacidad máxima de la línea gallega es de 19 trenes por sentido cada día (en el corredor Madrid-Barcelona hay 28 y serán 44 en 2022). Renfe copará más del 50 por ciento de la capacidad del corredor gallego a partir del 21 de diciembre.

ILSA, UN CANDIDATO

Renfe tiene en la actualidad dos competidores: la empresa pública francesa SNFC (Société Nationale des Chemins de Fer), que lo hace a través de su filial en España Rielsfera con la marca Ouigo, e ILSA (Intermodalidad de Levante, Sociedad Anónima) que empezará a circular a partir del segundo semestre de 2022 con la marca Iryo. Esta última podría estar entre los operadores privados interesados en circular por la línea gallega de alta velocidad, ya que ha manifestado reiteradas veces su interés por ser un “operador global” en España.

Iryo tiene previsto contar con una flota de 23 trenes que el consorcio formado por Hitachi y Bombardier Alstom está fabricando en sus plantas de Italia y España. Ya hay dos realizando pruebas por nuestro país. Son trenes similares al Frecciarossa 1000 que ya circula por Italia y tiene capacidad para transportar 457 viajeros a 380 kilómetros por hora. Pero sus ejes son de ancho estándar, lo que significa que solo podría circular hasta Ourense.

Al menos por ahora, ya que también ha mostrado su interés por operar en Portugal, lo que significaría que en el futuro podría disponer de trenes capaces de circular por vías de ancho ibérico y ello le permitiría extender su radio de acción hasta Santiago y A Coruña o incluso a Vigo, aunque en el mapa que exhiben en su web cuando hablan de su futura expansión, la ciudad olívica no aparece representada.

Todos los operadores quieren tener su base en Chamartín y que sus trenes, a Levante y Andalucía (a Barcelona tendrá que ser más adelante, cuando se construya una variante), puedan hacerlo desde esa estación y eso beneficiaría a los usuarios gallegos que podrían utilizar los servicios más económicos de los competidores de Renfe sin cambiar de terminal e incluso que éstos extendieran alguna de sus líneas desde ciudades como Sevilla y Alicante hasta Ourense, una opción que también maneja Renfe.

Globalvía, Eco Rail y Talgo también buscan su hueco

Hay tres operadores privados adicionales que ya habían mostrado su interés por el negocio de la alta velocidad, pero se quedaron fuera del primer concurso abierto en 2019. Se trata de Globalvía, Eco Rail y Talgo, a través de su filial Motion Rail. La primera, cuyo principal negocio actual es la gestión de autopistas, está en negociaciones para entrar en el accionariado de ILSA, con un 25% de capital, por lo que sus pretensiones quedarían satisfechas.

Eco Rail, que se quedó muy cerca de entrar en el primer contrato, mantiene su pretensión de operar solicitando frecuencias que estén libres, en vez de pujar por paquetes como sucedió en el primer concurso. De momento no tiene ningún tren por lo que nada impediría que se hiciese con unidades de ancho mixto, una tecnología de la que dispone el otro operador interesado, Motion Rail, detrás del cual está Talgo, el único fabricante de trenes de alta velocidad capaz de circular por líneas de ancho ibérico.

Renfe, SNCF, Ilsa, Globalvia, Eco Rail y Motion Rail son seis de los 28 operadores con licencia de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria para transportar viajeros. Una lista que cuenta con empresas como Alsa, Iberrail y Ferrovial, alguna de las cuales ya ha circulado por líneas de ancho ibérico con trenes chárter, pero ninguna postulándose hasta ahora por el AVE.

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