Competir contra el AVE en Ourense, una carrera repleta de obstáculos

ANCHO DE VÍA

El cambio de ancho de vía a partir de Ourense no es el único problema de los operadores privados

Iryo, al igual que Oigo, tiene únicamente trenes para circular por ancho estándar.
Iryo, al igual que Oigo, tiene únicamente trenes para circular por ancho estándar.
En la actualidad, Renfe es la única operadora con trenes de alta velocidad que puedan circular por la red gallega a partir de Ourense y será así al menos hasta 2027

La inminente inauguración de los servicios Avlo, la alta velocidad “low cost” con la que la propia Renfe compite consigo misma y sus trenes AVE y Alvia, reabre el debate sobre cuándo llegará la verdadera competencia a la línea gallega. La respuesta no está todavía escrita. Solo está esbozada una carrera que todavía será larga en el tiempo y que está llena de obstáculos.

Adif aspira a poner en marcha la segunda fase de la liberalización del transporte de viajeros por líneas de alta velocidad a partir del último cuatrimestre de este año, abriendo la puerta a competidores de Renfe en líneas como la de Murcia, el Corredor Mediterráneo y parte del corredor Norte-Noroeste (Valladolid). Pero no hay nada todavía sobre Galicia.

La LAV Olmedo-Ourense tiene más de un tercio de su trazado con vía única, lo que representa un problema para aumentar el número de frecuencias

El primer obstáculo para que se materialice la liberalización viene dada por la diferencia de ancho de vía entre el tramo entre Madrid y Ourense y entre Ourense y el resto de ciudades gallegas, lo que ya ha espantado a uno de los operadores. Ouigo, la filial española de la SNCF (la Renfe francesa), ha declinado moverse por líneas que no sean de ancho estándar.

Mientras tanto, Iryo sí contempla esa posibilidad, pero no a corto plazo. Todavía no tiene trenes encargados y la oferta es escasa. Solo dos empresas, ambas españolas, fabrican trenes de rodadura desplazable: CAF y Talgo.

La primera no ha homologado todavía su plataforma de muy alta velocidad con rodadura desplazable, el tren Oaris. Talgo ya lo ha conseguido con su Avril. El futuro de esta compañía está condicionado por la OPA húngara, que podría determinar su futura política comercial.

Después de una larga espera, en parte debido al retraso en la puesta en marcha de los Avril, los ourensanos ya disponen de una frecuencia diaria de este servicio

La falta de trenes no es la única piedra en el camino. El cuello de botella que suponen los más de 130 kilómetros de trayecto en vía única condiciona el crecimiento de las frecuencias, porque obliga a espaciarlas. Esto deja en desventaja a los nuevos operadores, al tener que adaptar su programación a los horarios de circulación que estén disponibles.

Sin trenes para competir y con una vía que limita el número de frecuencias, sobre todo en las horas punta, la llegada del tren privado de alta velocidad a Galicia no se prevé, como mínimo, hasta dentro de tres años. Y eso, siempre que Iryo encargue los trenes en los próximos meses.

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