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Las fiestas clandestinas han proliferado en la movida nocturna de Ourense desde la llegada de la pandemia. Hay espacios que reinciden una y otra vez e incluso se cambian de nombre para continuar su actividad. Una especie de “lavado de cara”, según fuentes policiales.
Es el caso del bar “Las Vegas”, ubicado en el número 29 de Juan XXIII. En 2020, albergaba fiestas ilegales bajo el nombre de “Subway”, y en varias ocasiones los agentes tuvieron que intervenir para echar el cerrojo en las instalaciones.
Ahora, tras el levantamiento de las restricciones, la “juerga” volvió a horas intempestivas, más allá de las 03,00 de la madrugada. Para ejemplo, el desalojo que ejecutó el viernes la Policía Local. Tras un aviso vecinal, localizaron en “Las Vegas” a 56 personas que estaban de fiesta. También en el mismo sitio tuvieron que intervenir en una agresión por violencia de género.
M.A., el presidente de la comunidad de vecinos del inmueble, señala que “ya pusimos en conocimiento del ayuntamiento hasta en dos ocasiones esta situación. Allí se fuma, se bebe y es un antro de perversión”. Los vecinos señalan que no solo son un problema las peleas sino que también se toparon con problemas en los garajes: “Han inundado el garaje y no tenían seguro”, indica.
El representante vecinal afirma que trataron de negociar por “la vía diplomática” pero que “siempre nos dicen que se acabaron los problemas y al día siguiente vuelven a abrir. Es incomprensible que estos locales puedan seguir haciendo lo que les da la gana y resultar impunes”, señala.
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