Droga en Ourense: de los chutaderos de heroína al consumo en viviendas

Los adictos al “caballo” son personas que viven en la marginalidad, con dificultad de reinserción y acceso a ayudas

Un kit higiénico para personas drogodependientes

Los chutaderos de heroína, aquellos rincones urbanos en los que los consumidores se agazapaban para pincharse, son cosa del pasado. Sin embargo, y aunque siguen existiendo puntos callejeros en los que esta adicción deja huella, los toxicómanos se trasladaron con los años a pisos, en mayor clandestinidad. También cambió su forma de consumo: ya son más habituales los chinos -por inhalación tras quemar la sustancia en un papel de plata- que las jeringuillas.

En cuanto a las localizaciones, si bien la mayoría están ubicados en el barrio de Covadonga, también se pueden encontrar en el Casco Vello. Allí, se ocultan en edificios abandonados y su actividad se torna en ocasiones conflictiva para los vecinos. El pasado lunes aparecieron los cobertores de cinco agujas, una goma para resaltar las venas y algunos plásticos quemados en Hernán Cortés. En frente, se ubica uno de los pisos ruinosos al que los usuarios acuden con frecuencia.

Desde el Comité Antisida de Ourense, donde trabajan con hasta 200 personas al año, entre las que hay un alto número de drogodependientes, señalan que el material hallado no es peligroso para la sociedad, sino que son meros plásticos. Pepa Castro, trabajadora de esta entidad, señala que “normalmente as xiringas usadas son recollidas ou as traen os usuarios e desbótanse nun contedor”. Una vez hecho este trámite, las intercambian por un kit higiénico. “Esta iniciativa freou no seu día a propagación do VIH entre a poboación drogodependente”, explica Castro.

El comité lleva en activo desde 1992. Desde entonces el panorama en la ciudad experimentó un cambio radical: “Hoxe priman as drogas de deseño, por accesibilidade e porque os usuarios de sustancias intravenosas están asociados á marxinalidade. As cifras baixaron moitísimo”, indica Castro. Mientras que en los noventa el volumen de drogodependientes era inabarcable, en la actualidad permanecen algunos problemas: “Nos primeiros anos o intercambio de xiringas pola nosa parte era constante, hoxe a realidade máis complexa dáse nas persoas que saen de prisión e que non poden reintegrarse, vense condeados á rúa. Faltan recursos”, explica la trabajadora del Comité. La vuelta a la calle y al consumo es la primera vía para aquellos que carecen de recursos o acceso a internet para solicitar ayudas. “O Ministerio de Interior debería encargarse de finalizar a súa adaptación”, añade.

4.300 pacientes

En la Unidad de Conductas Adictivas del CHUO hay 4.300 pacientes: 2.500 se corresponden con personas que padecen adicción al alcohol (un 80%), tabaco y juego y otras 1.800 a drogas ilegales. Estos últimos experimentaron un repunte en 2021 a causa de la pandemia.

Gerardo Flórez trabaja en esta unidad y explica que en Ourense “aún no están tan incorporadas las drogas sintéticas, sino que el consumo se mantiene en sus líneas tradicionales. Continúa existiendo un porcentaje de consumidores en vía parenteral”, señala. “El barrio de Covadonga es el principal punto de venta y, por tanto, el consumo también se redirige hacia allí”, explica.

El perfil del consumidor de heroína se corresponde con personas de cada vez más edad, “fueron desapareciendo, muchos han sufrido enfermedades cardiovasculares y cánceres y han ido falleciendo. El número se reduce y no hay exactamente un relevo. Los jóvenes tienden más al alcohol, la cocaína y el cannabis”, dice Flórez.

Malestar en el Casco Vello por la "peligrosidad"

Los vecinos del Casco Vello sur perciben cierto abandono en materia de limpieza y protección. “Fíxemosllo chegar ao Concello porque é un malestar. Con circunstancias como a de os restos das xiringas multiplícase”, dice Graciela Rojo, de la asociación de vecinas del Casco Vello. “No momento no que hai no chan elementos perigosos, o barrio convírtese nunha zona complicada”, añade. Aunque presentaron numerosas quejas al Concello para solventar los problemas de insalubridad, todavía no obtuvieron respuesta.

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