La Feria del Libro se despide en Ourense con unas “Palabras Malditas” de Miguel Conde

LITERATURA

La presentación de la última novela de Miguel Conde Lobato pone el broche al estreno en San Lázaro

Alfredo Conde (izquierda) y Miguel Conde Lobato (derecha) dialogan durante la presentación.
Alfredo Conde (izquierda) y Miguel Conde Lobato (derecha) dialogan durante la presentación.

La Feria del Libro de Ourense echó la persiana con un diálogo entre veteranía y juventud. El alaricano Alfredo Conde, galardonado con el Premio Nadal en 1991, ejercía de anfitrión para presentar la tercera obra de Miguel Conde Lobato, quien sigue explorando la novela negra con “Palabras Malditas”, una investigación criminal situada en una ficticia aldea llamada Estela.

“La feria se quedó pequeña”, aseguraba Alfredo Conde al término del acto. “La gente acudió y fue muy participativa. El autor sabe muy bien lo que escribe y cómo lo quiere escribir. Para mí fue una satisfacción presentarle. Acabó siendo una conversación entre los dos en la que el público también intervino, así que la cosa acabó siendo una situación muy cómoda y muy grata”, concluía el escritor de Allariz.

“La presencia de Alfredo Conde hizo que el momento fuese muy especial”, aseguraba por su parte Conde Lobato. “Es uno de los grandes de la literatura española y gallega. Para mí fue un privilegio, y para la gente que participó en el acto también fue muy agradable compartir ese momento”, añadía el escritor.

Sobre la tercera de sus obras, que ya se encuentra en su tercera edición, comentaba que se ha centrado más en fijar su voz como autor, “algo que solo consigues después de 1.500 páginas, así que eso por lo menos creo que ya lo tengo”, aseguraba.

Con los lectores

El autor compartió firmas y fotos con sus lectoras.
El autor compartió firmas y fotos con sus lectoras.

Al término del diálogo, Miguel Conde Lobato compartió impresiones y firmas con sus lectores. “Yo tengo muchos lectores ourensanos, y me encanta compartir impresiones cara a cara”, comentó el autor. “Vinieron una madre y su hija entusiasmadas por la obra cada una por perspectivas distintas. Gente que te cita pasajes, o conocían detalles de mis personajes que no recordaba”, concluía Conde Lobato.

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