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HOMICIDIO
La Audiencia Provincial de Ourense celebró ayer una vista para decidir el futuro a medio plazo de Julio González Sierra, quien fue recientemente condenado por la muerte en 2020 de su novia, Nerea Añel, a diez años de prisión por un delito de homicidio por comisión por omisión. El fallo no es firme porque será recurrido por su defensa.
Julio se encuentra actualmente en prisión por varios delitos contra la propiedad y cumpliría su pena en abril de 2025. Por ello, la fiscalía solicitó ayer que se le aplique la prisión provisional cuando llegue ese momento a raíz de la sentencia condenatoria que pesa sobre él por la muerte de Nerea Añel. A esta petición se adhirió la acusación particular, representada ayer por Karen Daniela Abad. Lo hizo basándose en “la entidad de los hechos por los que ha sido condenado, la entidad de la pena impuesta y sus antecedentes delictivos”.
Sin embargo, mostró su disconformidad Cristina Rial, abogada de Julio González. Según su opinión, su cliente tiene que quedar en libertad provisional debido a que la sentencia no es firme, ya que será recurrida ante el TSXG.
En su opinión, no existe riesgo de fuga que impida que Julio cumpla con la Justicia en caso de que la sentencia condenatoria sea firme. Entre los argumentos que sustentan esta afirmación, según indicó la letrada, está el arraigo familiar, por lo que aportó el libro de familia y el DNI de sus padres, quienes están dispuestos a acogerle, en el que figura que viven en Ourense. Además, en este sentido, señaló que tampoco cuenta ni él ni su familia con los recursos económicos suficientes como para huir y residir en un país extranjero, eludiendo la entrada en prisión.
Al respecto, indica que existen otro tipo de medidas como la retirada del pasaporte o el establecimiento de un dispositivo telemático para garantizar la presencia del acusado en el momento de la entrada en prisión.
Julio González Sierra volverá a sentarse en el banquillo en dos semanas. El próximo 11 de diciembre será juzgado como presunto autor de un delito de maltrato habitual y cuatro de lesiones a su novia, Nerea Añel, antes del homicidio. Por estos delitos, la acusación particular, que representa a la familia de la joven, pide imponer al acusado la pena de siete años de prisión y otros tres de libertad vigilada. De este modo, por el Penal 1 pasarán varios testigos que ya estuvieron en febrero en la Audiencia Provincial en el juicio por la muerte de la joven.
En aquel momento, uno de ellos aseguró que vio como Julio le pegaba un cabezazo a Nerea. Aunque no fue el único, otro de ellos afirmó que vio como le daba un bofetón, aunque precisó que ambos se agredían mutuamente.
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