Florencio de Arborio, chispa refulgente de la memoria en el Campus de Ourense

CULTURA E HISTORIA OURENSANA

En el Campus de Ourense fue presentado el libro “Florencio de Arboiro. Arte da Terra”, que recoge parte de la labor vital del fallecido coleccionista por salvaguardar la identidad ourensana

La sala registró un aforo completo durante la presentación del libro dedicado a Florencio de Arboiro.
La sala registró un aforo completo durante la presentación del libro dedicado a Florencio de Arboiro. | Xesús Fariñas

La obra de Florencio Martínez; quien tomó el nombre de su aldea natal como identificativo; se transformó en el libro “Florencio de Arboiro. Arte da Terra”. El volumen fue presentado ayer en la sala Emilia Pardo Bazán, en el Campus de Ourense. De la autoría de Olegario Sotelo Blanco, el local, más que una sala llena, se transformó en un espacio de evocación.

viajaba por entornos de la Galicia profunda rescatando ruedas de afilador, piezas de molinos de agua o cualquier objeto relacionado con los oficios ambulantes

La tierra de la chispa

Humanista e itinerante, Florencio estaba decidido a no dejar ser absorbido por el abandono o las, a veces, inevitables migraciones, a los objetos y oficios que definen la identidad ourensana.

Dividida en dos momentos, la presentación transcurrió con diferentes testimonios donde las perspectivas sociales, antropológicas, terapéuticas y familiares coincidieron en las palabras de quienes hicieron un retrato verbal del hombre que, sin abandonar su labor escultórica y educativa en el antiguo Hospital Psiquiátrico de Toén, viajaba por entornos de la Galicia profunda rescatando ruedas de afilador, piezas de molinos de agua o cualquier objeto relacionado con los oficios ambulantes. Era como si Florencio buscara mantener energizada la fuente encargada de fertilizar la “tierra de la chispa”, labor que tuvo su epítome cuando decidió concebir por iniciativa propia la “Casa da Roda” en Arboiro.

evitar que el olvido y su desproporción se consagraran sobre la memoria colectiva

Lucha contra el olvido

El libro, prologado por Miguel Ángel Santalices, quien fuera su compañero de trabajo en el psiquiátrico de Toén, incluye testimonios gráficos y pasajes de Florencio de Arboiro en su empeño de evitar que el olvido y su desproporción se consagraran sobre la memoria colectiva. Catalogado en el acto como embajador mundial de la ourensanía, la deuda de que el museo que concibió tenga el reconocimiento merecido es una chispa que, lejos de haberse apagado, todavía refulge.

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