La fusión de BBVA y Sabadell agravaría el déficit de oficinas en el rural de Ourense

80 trabajadores en vilo en la provincia de Ourense, donde ambos bancos tienen duplicidades en cuatro concellos

Un hombre retira dinero en efectivo en el cajero automático de una sucursal bancaria.
Un hombre retira dinero en efectivo en el cajero automático de una sucursal bancaria.

La oferta pública de adquisición (opa) hostil del BBVA sobre el 100% de las acciones del Banco Sabadell lanzada el pasado jueves pone en peligro al menos a siete sucursales bancarias de la provincia y decenas de empleos, que se suman a sendos ERE realizados por ambas entidades en los últimos años que se saldaron con el cierre de cerca de la mitad de sus oficinas en la provincia y pérdidas de en torno al 30% del empleo.

El BBVA ya ha anunciado que de materializarse la opa habrá despidos y se cerrarán sucursales para evitar duplicidades, lo que afectaría de lleno a Ourense. Eso sí, ningún municipio más se quedaría en exclusión bancaria, pues todos los municipios con presencia de ambos bancos tienen también presencia de Abanca, cuya fortaleza permite blindar el servicio allí donde estos podrían reducir su presencia -está presente en 63 concellos con 79 oficinas-.

En total, BBVA y Banco Sabadell -este último ya absorbió a Banco Gallego en 2013, lo que provocó otro reguero de cierre de oficinas- mantienen 17 sucursales abiertas en la provincia. En el caso del banco vasco, cuenta con una docena de oficinas: cinco en la ciudad, y una en O Barco, Carballiño, Celanova, Xinzo, Ribadavia, A Rúa y Verín. Por su parte, Sabadell está presente con cinco: dos en la ciudad y una en O Barco, Carballiño, y Xinzo.

Con estas cifras, extraídas del registro de sucursales del Banco de España, habría duplicidades en la ciudad (donde compartirían siete oficinas) y en O Barco, Carballiño y Xinzo. Vistas las perspectivas acabarían cerrando tres en estas villas, y quizás otras tres o cuatro en la ciudad.

Pese al bajo peso de ambas entidades en la provincia, sí afectaría de lleno la absorción en el caso de Carballiño, donde ambas entidades representan un tercio de la oferta bancaria total, y a O Barco, donde supone el 40% de la oferta.

Cabe destacar que tanto BBVA como Sabadell han acometido cierres de oficinas masivos en los últimos años en la provincia, por lo que esto sería un nuevo hachazo. En el caso del banco presidido por Josep Oliu, y según datos de la Asociación Española de Banca, hace 10 años tenía 15 sucursales abiertas en Ourense -4 en la capital y el resto en otros concellos- y, antes de absorber a Banco Gallego, sumaban 17 entre ambos. Ahora, quedan solo 5 (solo dos en la ciudad), apenas un tercio de las que había entonces, una auténtica sangría que dejó tirados a miles de usuarios. El proceso de ajuste aplicado por la entidad catalana en 2021 hizo pasar de 10 a 5 las oficinas en apenas dos años y provocó el despido del 28% de la plantilla, pasando la nómina de personal en Ourense de 39 a 28.

Las cifras del BBVA no distan mucho. Así, en 2014 mantenía 18 sucursales en la provincia (11 en la ciudad) y hoy apenas tiene 12 (5 de ellas en la urbe), un tercio menos. El banco presidido por Carlos Torres aplicó también un ERE en 2021 pese a tener beneficios multimillonarios. La nómina provincial de trabajadores pasó de 78 a 53 y se cerraron sucursales.

Esta sangría provoca que en 2014 hubiera una oficina para cada 2.904 habitantes, cuando la media nacional era de 3.200, y hoy ya haya solo una oficina para cada 8.685 vecinos, muy por encima de la ratio de 7.564 a nivel estatal.

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